Ciudad de México.- El representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Luis Samaniego, señaló que con base en diversos análisis, la inversión necesaria para el objetivo del cumplimiento de desarrollo sostenible es de hasta 14 billones de dólares anuales a nivel mundial, donde los sectores medio ambiente e infraestructura son los prioritarios.
Señaló que de esos recursos, 52 mil millones de dólares se requieren para combatir el cambio climático y que dicha inversión debe provenir principalmente de particulares y asociaciones.
En el marco del foro “Bancos nacionales de desarrollo y bancos verdes”, el funcionario de la Cepal destacó que dichos recursos orientados de manera correcta permitirán el cumplimiento de planes a futuro en la materia.
Expuso que en comparación con años anteriores, “tenemos muchas nubes en el horizonte” para el cumplimiento de la agenda ambiental del mundo, como es el caso de la declaración del gobierno de Estados Unidos se salirse del Acuerdo de París que implica “un revés para el consenso global”.
Destacó que evidentemente la salida de Estados Unidos del mencionado acuerdo es un riesgo para el cumplimiento de las metas mundiales en la materia, porque “es el país que más emite contaminantes, en términos per cápita, aunque a nivel general China está todavía arriba”.
El hecho de que Estados Unidos niegue la existencia del cambio climático con todo y la evidencia científica y que además mande a su economía la señal de que no importa si invierte o no en bajo o alto carbono “es perjudicial y dificulta las metas climáticas”, lamentó.
Por el contrario, el funcionario de la Cepal refirió que es una ventaja que el resto de los países confirmara su compromiso de reducir la emisión de contaminantes, a través del Acuerdo de París.
Durante su participación en el mismo foro, la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en México, Verónica Zavala Lombardi, anunció que a partir del próximo año todas las inversiones propuestas al organismo serán sometidas a un proceso de «inversión de riesgo climático».
El objetivo es identificar las oportunidades y elementos necesarios para aportar a la mitigación y adaptación del cambio climático, expuso Zavala Lombardi, quien negó que tal decisión “sea un capricho del BID”, sino que refleja el compromiso de todos los países miembros y clientes del banco.