Ciudad de México.- A un año de que se suspendieran las clases presenciales a causa de la contingencia por COVID-19, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estima que para un regreso seguro a clases se requieren, al menos, 10 mil 376 millones de pesos (mdp) para dotar de lavamanos a 62 mil 629 escuelas públicas de educación básica que no cuentan con esta infraestructura sanitaria. Para financiar esta inversión sería necesario un aumento de 1.2% en el gasto educativo de 2021, que en comparación con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020 tuvo un nulo crecimiento en términos reales.
En el ciclo escolar 2019-2020, 27% de los planteles de educación básica y 22.8% de los planteles de educación media superior carecieron de agua potable, mientras que 17.3% de las escuelas de educación básica y 15.8% de las escuelas de nivel medio superior no contaron con sanitarios. Sin embargo, el presupuesto para infraestructura educativa en 2021 equivale a 240 mdp; es decir, 51.5% menos en términos reales que el asignado en 2020.
Por otro lado, para continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje, la SEP emprendió la estrategia Aprende en Casa por TV y en Línea; sin embargo, se desconoce el gasto público destinado a dicha estrategia. Además, plantea una serie de dificultades en el acceso al aprendizaje, ya que sólo 56.4% de los hogares en el país cuentan con acceso a internet y únicamente 44.3% tiene un equipo de cómputo.
De acuerdo con Thamara Martínez Vargas, coordinadora de Educación y finanzas públicas del CIEP, ante un escenario como este, la atención a la infraestructura sanitaria es necesaria para la reapertura de las escuelas y continuar de manera óptima con el proceso de enseñanza-aprendizaje para contener los efectos negativos de la COVID-19 en la educación, a corto plazo con el abandono escolar, y a largo plazo con la pérdida de bienestar.
