- La osadía del titular del Banxico
- Política monetaria sin ocurrencias
- Otro factor de distracción
- Reconocimiento a Vinte
Agustín Vargas *
Los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, no son nuevos y tiene como eje central, sin duda, la osadía que ha tenido el titular de Banxico en tratar de explicar y hacer entender al mandatario de México que la política monetaria del país no se puede ni se debe manejar por ocurrencias o caprichos como aquél quiere.
El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que Alejandro Díaz de León no puede continuar un periodo más como gobernador del Banco de México (Banxico). Consideró que respeta la autonomía de la institución pero “necesita una renovación”. “Nosotros vamos a cumplir el compromiso de respetar la autonomía de Banxico, lo hemos hecho hasta ahora y lo seguiremos haciendo”. Si, como no.
Continuó diciendo: “No vamos nosotros a intervenir en la política de Banxico, sólo que ya concluye el periodo del gobernador y se tiene que llevar a cabo el cambio, no puede seguir él, independientemente de la cuestión legal, necesitamos la renovación”.
El periodo legal de Díaz de León al frente del Banxico concluye en el año 2022 y aunque su trabajo como gobernador ha sido destacado y se ha ceñido a los lineamientos que le mandata la Ley del Banco de México, el presidente López Obrador insiste en su desestabilización, pero no sólo la del funcionario, sino la del propio organismo, por tratarse de una entidad autónoma, referente a nivel mundial y pilar del sistema financiero mexicano.
En agosto de 2020, López Obrador acusó a Díaz de León de haber firmado un contrato por 635 millones de dólares para la compra de una planta de fertilizantes parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el año 2015, precio que consideró demasiado caro y que fue financiado en parte por préstamos de Bancomext cuando Díaz de León dirigía el banco estatal en 2016.
Sin embargo, Díaz de León Carrillo desmintió el dicho del mandatario al informar que él se unió a Bancomext un mes después de que se aprobara el préstamo en octubre de 2015.
La Junta de Gobierno del Banxico está conformada por cinco subgobernadores y no obstante que López Obrador ha propuesto a tres de ellos como subgobernadores (Gerardo Esquivel, Jonathan Heath y Galia Borja), la institución se ha mantenido firme en sus decisiones para mantener controlada la inflación, respaldando, incluso, la posición de Alejandro Díaz de León.
Su Junta de Gobierno no ha permitido, hasta la ahora, la injerencia del mandatario en el manejo de la política monetaria en la operación del Instituto central e incluso, dicho sea de paso, ha manifestado en diversas ocasiones las intenciones de echar a andar la maquinita de hacer dinero, hacer uso de la reservas internacionales y obtener, a como dé lugar, remanentes monetarios del Banxico.
De ahí parte del enojo del señor presidente de México, quien ya adelantó que acelerará el relevo en el Banxico, con lo que el caldero político se puso a hervir desde ahora y comenzó la especulación sobre los posibles movimientos en el gabinete presidencial, pues busca como titular del Banxico, según él, “un economista con dimensión social, muy partidario de la economía moral”.
Se especula que Raquel Buenrostro, actual jefa del SAT, podría sustituir a Arturo Herrera en la Secretaría de Hacienda, pues se afirma que el siempre animado, jocoso e incondicional funcionario será la carta principal de López Obrador para ocupar la titularidad del Banco de México.
Por su perfil tributario, y una vez que lograra despachar en la SHCP, Raquel Buenrostro buscaría tejer e instrumentar la reforma fiscal de la que todo mundo habla y nadie atina a definir, aunque también se especula que podría convertirse en la nueva secretaria de la Función Pública.
Hace unos días nos referimos en este espacio a los distractores previos a las elecciones del 6 de junio, que el titular del Ejecutivo buscaría para desviar la atención sobre asuntos que requieren atención urgente, como la crisis económica, de salud e inseguridad que se vive en el país. El tema Díaz de León, por supuesto, es uno de ellos, sin duda alguna.
Reconocimiento a Vinte
Por segundo año consecutivo, Inmobiliaria Vinte, que preside el arquitecto Sergio Leal, fue reconocida como Empresa Socialmente Responsable (ESR) en las categorías Calidad de Vida en la Empresa, Vinculación con la Comunidad, Cuidado y Preservación del Ambiente, entre otras.
Este reconocimiento, otorgado por el Centro Mexicano para la Filantropía, A.C. (Cemefi) y la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial (AliaRSE) ratifica la voluntad por emprender iniciativas de alto impacto comunitario.
Con acciones enfocadas en impulsar el sentido social y comunitario; la sustentabilidad; la tecnología y la rentabilidad, Vinte destacó por sus contribuciones con una vivienda que genera plusvalía y calidad de vida a las familias.
El distintivo ESR reconoce a Vinte como una empresa líder en el mercado por su compromiso público de aportar valor social a su operación. A la fecha, más de 46 mil familias han mejorado su calidad de vida en una comunidad Vinte. Tiene presencia en Tecámac, Pachuca, Atotonilco de Tula, Puebla, Querétaro, Cancún, Playa del Carmen y Monterrey.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx
