Se busca diseñar políticas que reduzcan el uso de efectivo: BBVA

El nivel de ingreso de los individuos es la principal variable que determina el tipo de canal de pago que se emplea con mayor intensidad

238

Ciudad de México.– A través de su área de Estudios Económicos, BBVA México en colaboración con la empresa Clarity AI, presentan el estudio “Patrones de consumo de efectivo vs. tarjeta: una aproximación BigData” sobre el uso de tarjeta y efectivo en el país. Se trata del primer análisis de datos que se realiza en el país con la utilización de técnicas de aprendizaje automático (machine learning) para identificar la existencia de no linealidades en la determinación de las pautas de uso de los distintos canales de pago.

El estudio de los patrones de consumo y canales de pago de los hogares resulta relevante para las políticas de desarrollo incluyente, especialmente en países como México, en donde 56 de cada 100 trabajadores laboran en el sector informal. La identificación de variables objetivo sobre las cuales puedan incidir las políticas públicas para incentivar la utilización de medios de pago distintos al efectivo es de primera importancia y asegura la rápida adopción de nuevas tecnologías (como CoDi) o una mayor profundización de canales tradicionales de pago (tarjetas).

Los resultados del estudio señalan el nivel de ingreso de los individuos como la principal variable que determina el tipo de canal de pago que se emplea con mayor intensidad. Un menor nivel de ingreso está asociado con mayor gasto en efectivo, y los modelos de aprendizaje automático encuentran relaciones no lineales más intensas para los niveles más bajos de ingreso. Lo anterior apunta a que un choque positivo en el ingreso de los hogares más pobres tiene mayor efecto en términos de reducción de uso de efectivo como medio de pago, en comparación con el efecto que genera un choque positivo en el ingreso de los hogares de los deciles más altos.

Por otro lado, además del ingreso, el grado de profundidad del sistema financiero y el nivel de urbanización del municipio determinan un uso más intensivo de tarjetas; los modelos de aprendizaje automático identifican relaciones no lineales más intensas para los niveles más altos de inclusión financiera (medida como el número de créditos por cada 10,000 habitantes). Estos resultados señalan que, en las zonas más urbanizadas, un choque positivo en el número de personas que acceden a los servicios financieros, tiene el mayor efecto sobre el uso de tarjeta, en comparación con zonas menos urbanas y con una red de puntos de acceso al sistema financiero más pequeña.

El estudio “Patrones de consumo de efectivo vs.tarjeta: una aproximación Big Data”, de Estudios Económicos de BBVA México y Clarity AI complementa el análisis de los determinantes de uso de canales de pago con la identificación del tipo de bienes y servicios que se pagan más frecuentemente en efectivo y aquellos cuya compra se realiza con mayor frecuencia con tarjeta. Se identifica que la mayoría de los bienes clasificados como “normales” se pagaron en efectivo, entre los que se encuentran los alimentos, las bebidas alcohólicas y el tabaco. Por otro lado, la mayoría de los bienes o servicios clasificados como “superiores” se pagaron con tarjeta. Entre estos se encuentran los viajes, el vestido, los restaurantes y la educación.

Los hallazgos sugieren que las mejores políticas públicas para impulsar el uso de medios de pago alternativos deben tomar en cuenta las particularidades de cada región y/o municipio, y no plantearse como políticas simétricas y homogéneas en todo el país que no consideren las particularidades de cada entidad. En las zonas de menores ingresos y menos urbanizadas el uso de efectivo se reducirá en mayor proporción con la implementación de políticas que impacten favorablemente el ingreso de los hogares más pobres. En las zonas más urbanizadas y con una mayor red de puntos de acceso bancarios, el uso de efectivo se reducirá con políticas que logren incrementar el número de personas que utilizan algún instrumento bancario (crédito/ahorro). El diseño de políticas públicas deberá enfocarse asimismo en habilitar de forma prioritaria formas de pago alternativas en establecimientos que se dediquen a la venta de bienes normales, especialmente alimentos y bebidas.