Si me permiten hablar

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Diseño gráfico, coronavirus y política

Ana Celia Montes Vázquez

Estando nuestro país y otras partes del globo terráqueo inmersos en la tan anunciada y temida tercera ola de COVID-19 vemos de nuevo cómo la vida diaria se afecta, pues si apenas el aspecto económico estaba reabriendo y tomando algo de impulso varios negocios de toda índole están literalmente temblando por un cierre definitivo y una quiebra inevitable.

En fin, hablar de la pandemia de coronavirus y de las consecuencias que trajo al igual que cambios en la cotidianidad además del susodicho tema de la economía golpeada también refiere tratar aspectos diversos como el uso del cubrebocas y el del gel desinfectante, además de la toma de temperatura a la entrada de cualquier establecimiento y la incorporación del verbo sanitizar a nuestro vocabulario, con todo y que no está oficialmente reconocido por la Real Academia de la Lengua Española con su respectivo sustantivo o adjetivo calificativo en su caso (sanitizado).

Sin embargo, un detalle significativo que México ha aportado al mundo con respecto al coronavirus es el del semáforo epidemiológico. Sí, el mismo que utiliza los colores de la señalética para el tránsito vehicular añadiéndole uno color más, quedando rojo, naranja, amarillo y verde en orden descendente de riesgo por contagio, aclarando que se refiere a la disponibilidad de camas de hospital para atender casos por coronavirus y la apertura de actividades económicas bajo qué riesgos y restricciones, y en ningún caso descarta el contagio.

Así es, una aportación más de parte del imaginario nacional a la semiótica internacional, entendiéndola como el uso social de los signos visuales y qué mejor oportunidad que ésta de la pandemia por COVID-19, cuando se requiere el uso de apoyos para orientar a la población, sea letrada o no, de cualquier edad, sexo, condición social y religión. Pues resulta y sucede que otros países como Italia y Gran Bretaña han adoptado esta señalización (usando el rojo intenso como el de mayor riesgo), así como Turquía aunque en este caso el azul y el crema son los colores equivalentes a amarillo y verde, respectivamente. Una contribución del ingenio del mexicano, y más concretamente del ingenioso diseño gráfico mexicano, ahí nomás pa’l gasto.

Sin duda alguna y a pesar de las críticas de connacionales, el semáforo epidemiológico mexicano junto con el superheroína Susana Distancia y el asistente virtual Dr. Armando Vaccuno, ambos personajes jóvenes y guapetones, constituyen ejemplos de la proyección de conceptos en lo gráfico que en mucho han contribuido a mantener informada a la población en cuanto al riesgo por incremento por contagios y lo relativo a la vacunación (sedes, horarios y requisitos), mismos que ya forman parte de nuestra cotidianidad.

Sin embargo, la proyección gráfica de un concepto no se ha circunscrito sólo al coronavirus y sus consecuencias. Resulta y sucede que concluida la elección intermedia del pasado 6 de junio surgió una nueva división política de la Ciudad de México: De lado izquierdo azul y del derecho, guinda. En otras palabras, PAN y Morena llegando, incluso, a afirmar que del lado azul están quienes pagan impuestos y del derecho, quienes reciben los apoyos, demostrando así, una vez más, el ánimo discriminatorio y soberbio de ese instituto político que está en peligro de extinción en varias entidades de la República Mexicana por falta de afiliados.

De igual forma lo gráfico ha sido motivo de preocupación política, como es el caso del PRI. La otrora Aplanadora, justo después de su derrota en 2018 reflexionó sobre cómo podría mejorar su imagen y revertir ese tendencia en elecciones siguientes, por lo que llegó a considerar seriamente cambiar su imagen institucional (colores y lema) y hasta eliminar el nombre de Revolucionario Institucional, sin tener en cuenta, tal vez, de manera ingenua que con eso borrarían más de 70 años de corrupción. ¡Ah! Y todo eso sin contar que desde hace tiempo los priístas exigen la salida de su líder Alejandro Moreno, por aquello de que también en la intermedia el tricolor salió bajo de votos…

En fin, el hecho es que el diseño gráfico nacional es y ha sido una contribución al imaginario internacional, pero, como ya se vio, también es un instrumento eficaz para la comunicación masiva.