Ciudad de México.- De acuerdo con la ENVI 2020, México presenta un déficit de 8.2 millones de viviendas, indicó Carlos Martínez Velázquez, director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Durante la presentación de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 —elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en colaboración con el Infonavit y la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF)—, el funcionario destacó que el 7.7 por ciento de las familias que no poseen una vivienda buscan rentar.
En tanto, el 59.4 por ciento necesita recursos para construir y el 37.9 por ciento para comprar un inmueble ya sea nuevo o usado.
Martínez Velázquez señaló que es necesario regular el mercado de renta de vivienda en México, dado que en algunas entidades llega a ser más costoso alquilar que pagar una hipoteca,
“Como país tenemos pendiente el tema de la renta de vivienda (…) más del 16 por ciento de las viviendas son rentadas y las dificultades que estas familias enfrentan, incluidos los precios relativos a las hipotecas en algunos estados”, comentó en conferencia de prensa.
Martínez agregó que si bien en otros países se han implementado políticas públicas específicas sobre arrendamiento, en México se debe “empezar porque el mercado de la renta sea formal y se estudie a profundidad”.
Más de la mitad de quienes buscan construir o comprar pretende financiarse a través de un préstamo informal o con recursos propios (ahorros, inversiones, ingresos, etc.), mientras el 37.8 por ciento busca hacerlo con un crédito de Infonavit y sólo 12.2 con un crédito de banca privada.
Descontar de entrada el acceso a un crédito de instituciones bancarias es una tendencia en México, donde casi 60 por ciento de los trabajadores se ocupan en la informalidad. En las 23 millones 900 mil viviendas propias que actualmente están habitadas también predominó el autofinanciamiento.
Julio Santaella, presidente del Inegi, detalló que, de acuerdo con la ENVI, el 57.3 por ciento de las viviendas propias se construyó por las familias y el 65.4 por ciento se financió con recursos propios. Estos datos que muestran un bajo acceso a mercados financieros formales, explicó.
La encuesta también capta que el 18 por ciento de la vivienda propia se adquirió vía un crédito con Infonavit, el 9.1 por ciento a través de una crédito con instituciones privadas, otro 4.6 por ciento se financió con préstamos informales; y el resto fueron subsidios de gobierno, créditos Fovissste y de otras institución públicas.
“La ENVI deja claro que hay un gran reto de inclusión financiera en el país, la inmensa mayoría de los mexicanos prefiere hacerse de una vivienda con recursos propios, cuando precisamente el sistema financiero podría suavizar ese gasto y acelerar la adquisición o construcción. Eso habla de la baja penetración del crédito, relativo al tamaño de nuestra economía”, dijo Martínez.
A su vez, Jorge Mendoza Sánchez, director general de SHF, adelantó que dada la magnitud de la economía informal, se buscará trabajar con intermediarios financiero no regulados para ofertar productos de autoproducción y adquisición de vivienda a los trabajadores que no tienen acceso a un crédito formal, al tiempo que se lanzará un seguro de crédito vivienda para la economía mixta.