Ciudad de México.- Durante el segundo trimestre de 2021, la cuenta corriente registró un superávit de 6.3 mil millones de dólares, cuya cifra anualizada equivaldría a 1.9% del PIB, producto del superávit de mercancías no petroleras, indicó BBVA México.
En un informe, el banco dio a conocer que la cuenta corriente durante el periodo de referencia registró el superávit en contraste con el déficit observado en el primer trimestre de 2021.
Ello se explica principalmente por el superávit en la balanza de bienes y el menor déficit en la balanza de ingreso primario, destacó.
En comparación anual, el comportamiento de la cuenta corriente del segundo trimestre del año presentó un mayor superávit en la balanza de mercancías no petroleras y un mayor superávit en la balanza de ingreso secundario.
El superávit en la balanza de mercancías no petroleras observado en el primer semestre del año refleja la importancia que está teniendo el sector exportador para el dinamismo económico del país, puntualizó el banco.
BBVA México prevé que la cuenta corriente muestre un déficit de aproximadamente 1.5 mil millones de dólares (0.1% del PIB) en el año.
En relación con la Inversión Extranjera Directa Neta (IEDN), el indicador registró 15,511 millones de dólares en el primer semestre de 2021 contra los 11,958 millones de dólares registrados en el mismo semestre del año previo (dato preliminar).
La IEDN mostró un incremento anual de 29.7%. La institución financiera señaló que el comportamiento del indicador sugiere un mayor dinamismo económico y expectativas de mayor demanda.
«Para el mediano plazo prevemos que el déficit de cuenta corriente se estabilice en alrededor de 1.3% del PIB a medida que el mercado interno gradualmente recupere los niveles de actividad económica previos a la pandemia, nivel que no representaría un problema estructural para el financiamiento de dicho déficit», asentó.
BBVA México precisó que, para seguir promoviendo los flujos de inversión extranjera directa a México, será necesario que las políticas públicas del gobierno federal brinden mayor certidumbre a los inversionistas y fomenten la participación del sector privado en los proyectos de inversión.
Lo anterior potenciaría cualquier impulso que pudiera provenir del T-MEC y la potencial reconfiguración de las cadenas globales de valor en la era post-COVID-19, aseveró.
