Ciudad de México.- El pasado 28 de marzo del 2017, el Tribunal Electoral de la Ciudad de México dictó una sentencia en el juicio TEDF-JLDC-013/2017 y acumulados en la que reconoció el derecho a la libre determinación de los pueblos originarios de Xochimilco, Ciudad de México, para que, dentro de su capacidad de autogobernarse, elijan con base en sus propias formas de organización a los Coordinadores Territoriales.
Luego del dictado de la sentencia, en estos momentos los pueblos de Xochimilco realizan un ejercicio en el que recuperan sus formas tradicionales de gobierno y reivindican su autonomía política, como una forma de generar procesos más democráticos, en los que las asambleas son la máxima autoridad para la toma de decisiones.
Actualmente en Xochimilco ya se han electo comités organizadores autónomos encargados de dar seguimiento a la resolución del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, a fin de lograr consensos en cada pueblo sobre las formas de elección de las autoridades (Coordinadores Territoriales).
Sin embargo, señalaron académicos y activistas, derivado de experiencias previas en las demarcaciones de Tláhuac y Tlalpan, en las que los pueblos obtuvieron sentencias que reconocen su autonomía, se ha podido constatar cómo las Delegaciones y el Instituto Electoral de la Ciudad de México han realizado Asambleas en las que en un mismo acto otorgan información sobre la sentencia, entregan “dictámenes antropológicos” y solicitan que mediante el voto en urnas se decida el método de elección. Dicho actuar, al vulnerar la autonomía y los principios esenciales de las consultas: de libertad, de buena fe, y de adecuación cultural, ha propiciado enfrentamientos entre los pueblos y las autoridades.
Por lo anterior, académicos de la UNAM, UAM y UACM, además de distintas organizaciones de la sociedad civil, solicitan a las autoridades relacionadas con el proceso de elección en Xochimilco evitar acciones como las descritas anteriormente, garantizar el pleno ejercicio de los derechos colectivos de los pueblos, así como respetar a los comités electos para la organización de las elecciones de las autoridades tradicionales.
