Ciudad de México.- La data, una vez analizada y razonada, sólo es útil cuando se convierte en información, la cual permite tomar acciones en cuanto a la ingeniería estructural de los edificios.
Lo anterior coincidieron en señalarlo el Arq. Matías del Campo y el Dr. Bernardo Gómez, al participar en el episodio 2 del Foro de Prospectivas previo al XVIII Congreso Internacional “El Hospital del Futuro”, evento organizado por la Sociedad Mexicana de Arquitectos Especializados en Salud (SMAES), la Federación Internacional de Ingeniería de Cuidados para la Salud (IFHE) y la Conferencia Interamericana para la Seguridad Social (CISS), bajo un formato de realidad virtual, “Inteligencia Artificial y la Infraestructura para la Salud”, el cual fue moderado por Josefina Rivas, miembro distinguido del SMAES México.
En su ponencia Prospectivas de la Inteligencia Artificial y la ingeniería estructural, el Dr. Bernardo Gómez, coordinador del Comité de Seguridad Sísmica del Colegio de Ingenieros Civiles de México, aseveró que desde hace 20 años se emite un semáforo de confiabilidad en el uso de las estructuras, lo que es un ejemplo de inteligencia artificial aplicada a la ingeniería estructural porque se cuenta con sistemas que perciben, a través de sensores que razonan por medio de los algoritmos matemáticos, evaluar el comportamiento de un edificio para actuar en consecuencia.
“Un edificio es uno de los sistemas más complejos de caracterizar desde el punto de vista de la parametrización. Las estructuras civiles prácticamente nunca se pueden probar en prototipos, por lo que al construirlos se espera que el comportamiento sea el que se prevé en el diseño, por ello muchos de los factores de seguridad que utilizamos en el diseño de las estructuras no se pueden semejar a los factores de seguridad en maquinarias que construye el hombre”, precisó el especialista en seguridad sísmica.
Agregó que a pesar de los avances tecnológicos y teóricos que permiten hoy por hoy tener un mejor conocimiento del comportamiento de los edificios, puentes o cualquier otra edificación civil que se utiliza para el servicio del hombre, la manera en la que se modela y representan matemáticamente esos sistemas son todavía una aproximación, por lo que se está lejos de entender a profundidad su comportamiento, por eso es necesario que para mantener la integridad de estas estructuras se lleven a cabo procedimientos como la inspección manual, ocular, personal de los inmuebles, la pruebas no destructivas y la interpretación de los datos a partir de las tecnologías convencionales y las que corresponden a los sistemas para el seguimiento de la salud estructural o instrumentación de los edificios.
“Los grandes beneficios que se obtienen de los sistemas de estas características son la base sobre la cual se puede sustentar la prospección y las posibilidades reales en el uso de la Inteligencia artificial (IA) en las estructuras civiles y los beneficios que ha dado en los últimos 20 años son los que permiten tener el seguimiento y la evaluación de las estructuras en tiempo real bajo condiciones de servicio u ocupación, es decir que no hay que esperar una inspección después de un cierto tiempo de ocurrido un evento, ya sea sismo, inundación u otro similar, para conocer cuál es el estado del inmueble”, precisó el Dr. Gómez.
Destacó que el ejemplo más conocido es el de la Ciudad de México en donde después de un sismo y evacuar el inmueble, se requiere de cierto tiempo para que se haga una inspección ocular y se determine si puede ser nuevamente ocupado o no. Eso se puede solventar rápidamente a través de un sistema del seguimiento de la salud estructural, ya que se aumenta la confiabilidad y seguridad de las estructuras en tanto se tiene un mayor conocimiento de su comportamiento y tomar mejores decisiones estableciendo el semáforo de confiabilidad en el uso de la estructura. Hay edificios bajos, entre ellos algunos hospitalarios que son inmuebles muy complejos desde el punto de vista estructural por los requerimientos y comportamiento que tienen.
Por su parte el Arq. Matías del Campo, profesor asociado del Colegio Taubman para Arquitectura y desarrollo urbano de la Universidad de Michigan y quien diseñó la metodología de IA para el Instituto Austriaco de Inteligencia Artificial, expuso en su ponencia Prospectivas de la Arquitectura e Inteligencia Artificial que la IA y su aplicación en el diseño de espacios, depende de los datos que se obtengan para formarlos en un objeto estructural, ya sea un hospital o sanatorio, una iglesia, escuela o restaurante ya que el proceso es el mismo,
“Si se tiene cierta cantidad de datos sobre diseños de hospitales se hace una data que contenga planos, miles y miles y se suman datos de diseños y las anotaciones que se desprenden determinan la calidad de diseño del inmueble, por lo que se crea un sitio virtual especial en donde se recaba la información y se puede empezar a diseñar el proceso, no el diseño mismo; se establecen los pasos para llegar a ese diseño y es la inteligencia artificial en su conjunto lo que permite tener mejores edificios”, apuntó el creador del jardín del robot de la Universidad de Michigan.
Los especialistas en inteligencia artificial e ingeniería estructural subrayaron que ni el reglamento de construcción de la Ciudad de México ni la normatividad en general en el país, cuentan con los aspectos básicos necesarios para una arquitectura paramétrica con inteligencia artificial y poder tener un desarrollo urbano de esas características.
“Hoy por hoy es la sociedad la que está impulsando y generando no solo el conocimiento sino las bases mínimas para hacer diseño con IA, inclusive en los países más desarrollados no son los reglamentos los que amparan este tipo de diseños arquitectónicos sino las asociaciones gremiales, de investigación y académicos los que empujan y sustentan este tipo de diseño y en México se puede hacer, pero es necesario el intercambio de información, y aunque la reglamentación mexicana tiene sus limitantes, abre las puertas para la innovación en el diseño estructural”, finalizaron los especialistas en arquitectura con inteligencia artificial e ingeniería estructural, en su participación en el episodio 2 del Foro de Prospectivas previo al XVIII Congreso Internacional “El Hospital del Futuro”.