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Branding personal, concepto al que la humanidad deberá acostumbrarse

Norberto Vázquez

La coyuntura actual frente al Covid-19 plantea una oportunidad única para que las marcas empresariales y personales desempeñen un rol estratégico frente a un mundo que cambió radicalmente

El mundo ya no es el mismo. A esta generación, nos tocaron los cambios más radicales de los recientes cien años a causa de una pandemia generalizada. Decían los más recalcitrantes estudiosos del capitalismo a principios del siglo pasado, que los seres humanos éramos un número. Hoy más que una cifra, la pandemia sanitaria llegó a revolucionar ese concepto, y a poner en claro, que el mundo se desarrollará en pos de la mejor y más posicionada “marca” corporativa y personal.

Unos ejemplos. En el entorno empresarial, hablamos de su aplicación en una marca corporativa, una marca producto o marca servicio, mientras tanto, en el ámbito personal, nos referimos a los conceptos de la marca personal y profesional.

Existen sin duda, la marca país, la marca política, la marca equipo deportivo, la marca banda musical, un aplicativo, una comunidad, en fin, toda persona o grupo, entidad, organización, producto o servicio puede identificarse con su propia marca.

En esta etapa de incertidumbre y cambios constantes en todos los mercados, especialistas deducen que es casi una obligación para las marcas replantearse, transformarse y alinearse a la actual expectativa de sus potenciales nichos comerciales.

La difícil coyuntura actual, plantea una oportunidad única para que las marcas desempeñen su rol estratégico en la empresa, posicionándose y replanteándose su estrategia de branding, fortaleciendo a su organización.

Si antes de la pandemia, las marcas aspiraban a convertirse en una experiencia en la vida de los consumidores, esto ya no es suficiente, hoy deben ir más allá. En este contexto, el branding debe aportarle a esta experiencia mayor amplitud y profundidad, dejando su sello en un mundo de intenso intercambio comercial, que cambió radicalmente.

Dada la alta competitividad en todas las categorías de productos y servicios, la nula diferenciación entre las marcas, la evolución del consumidor altamente informado y súper comunicado, los grandes avances tecnológicos evidentes en todos los sectores e industrias, las recientes tendencias y la situación de crisis actual, las marcas tienen hoy mucho trabajo por hacer.

El branding es uno de los conceptos que deberá madurar en los próximos años de acuerdo con las nuevas exigencias de sus consumidores. En otras palabras, se proyecta como el aliado clave de toda empresa, producto, servicio, organización o persona, que busque gestionar su marca con éxito en un mercado que evolucionó, empujado por el covid.

Uno de los mejores expertos en la materia, Humberto Herrera Rincón Gallardo, dice que el branding tiene grandes beneficios, ya que es un capítulo dentro del área de marketing, por lo que también es uno de los procesos de marketing que crea, construye, y mantiene una marca, logrando un valor percibido por un mercado en constante cambio.

De acuerdo al experto en branding personal, su accionar debe ser transversal, a todo nivel de la organización, tanto interna como externamente, poniendo al servicio de la marca toda su potencia, dejando su sello y huella en cada acción e interacción.

La humanidad deberá acostumbrarse al concepto…ya no somos un número. Hoy, la marca personal es la manera con la que el resto de personas nos perciben. Esta marca personal, es importante para que un individuo sea considerado empresa y pueda diferenciarse del resto, consiguiendo así una mayor visibilidad profesional: una marca personal bien definida que sea capaz de hacer destacar a alguien dentro de un colectivo profesional.

Lo que está claro es que el branding personal no consiste únicamente en diseñar un logo y tener una página web, blog, o perfiles en redes sociales, aunque todo esto es necesario para reforzar la marca personal y pueden ser parte de la estrategia, se necesita gestionar y proyectar una imagen que sirva para diferenciarse del resto.

Coincido con Herrera Rincón Gallardo quien se ha posicionado como un referente de branding personal a nivel mundial, enfocado en empresarios y figuras públicas de alto perfil, al exponer que cuando los seres humanos disfrutan de los mismos atributos como la formación, la experiencia, y las aspiraciones son similares, las personas tienden a ser vistas como números iguales, por lo que para la promoción individual de cada persona, ésta debe diferenciarse y mostrarse de modo distinto, único e irrepetible.

El Covid-19 llegó a cambiar los estándares personales y grupales. Los profesionales que quieran diferenciarse para aumentar el valor de su trabajo o contribución profesional deben construir, promocionar, comunicar y proteger su marca personal.

Para Humberto Herrera, el concepto de marca personal no trata de convertir a las personas en objetos materiales, por el contrario, trata de que la persona no sea catalogada como un currículum vítae, desapercibido, igual a otros, sino que la persona sea vista como diferente y capaz de aportar su valor único e inédito. Y efectivamente, el Covid-19, llegó a cambiar el uso del branding personal. Un concepto, al que la humanidad, deberá acostumbrarse.