Política Global

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  • La élite empresarial lucha por “lo suyo”
  • Claudio X. de “filántropo” a fascista

Juan Barrera Barrera

Como nunca antes se había visto en la historia de nuestro país. Hoy México es espectador del conflicto más enconado entre el poder político y el poder económico. Parecería que hay una sensación de rencor de Andrés Manuel López Obrador contra un sector de los empresarios, específicamente contra Claudio X. González, padre e hijo, por el pasado reciente.

El presidente no se olvida de la forma en que fue duramente atacado por el grupo de empresarios más pudientes del país. La humillación política a que fue sometido no se entiende sin la complicidad de los gobiernos en turno. En especial durante el proceso electoral de 2006. En ese año el gobierno de Vicente Fox Quesada (200-2006) intentó por todos los medios, sobre todo a través de argucias, llevar a juicio al tabasqueño con el objetivo de que no se presentara a las elecciones de ese año.

Las encuestas de opinión daban como claro ganador al entonces jefe de Gobierno del DF de hasta por 20 puntos de ventaja sobre el candidato de la derecha, Felipe Calderón Hinojosa, que a la postre resultaría triunfador en unas elecciones sobre las cuales hasta la fecha se tienen muchas dudas, a tal grado que para algunos analistas políticos los resultados son mucho más cuestionados que las del 1988.

La campaña que desplegaron tanto el gobierno de Vicente Fox como los empresarios fue la más sucia de que se tenga memoria en la historia moderna de las elecciones. Los dueños del capital, como nunca antes, asumieron un papel protagónico preponderante para evitar que López Obrador tomara el poder del Estado. La campaña de lodazal se centró en la frase de que AMLO representaba un peligro para México. Después el político tabasqueño se la revirtió con el señalamiento de “La mafia del poder” que caracterizaba a la clase política gobernante y a los barones del dinero.

En el proceso electoral del 2018, el empresariado tradicional, aquel que se ha beneficiado de las reformas estructurales de los gobiernos priístas y panistas, aquellos que han aumentado sus capitales de cualquier forma incluyendo la ilegal, intentaron de nueva cuenta cerrarle el paso al candidato de izquierda que había resurgido de manera incontenible con un discurso de fuertes críticas hacia el poder político y económico a los que asociaba indiscutiblemente con el sistema de corrupción que tanto daño ha causado a la sociedad mexicana.

Claudio X, de “filántropo” a fascista

Este martes 21 de octubre se cumplió el primer año de la organización “Sí por México” que impulsaron los empresarios Claudio X. González Guajardo y Gustavo de Hoyos Walther, que dio vida a la coalición política opositora (PPRI-PAN-PRD) para arrebatarle el control de la Cámara de Diputados a Morena y socios. No lograron su objetivo, pero esos partidos incrementaron su presencia legislativa. Ahora, la élite empresarial mira con nerviosismo el 2024.

El “filántropo” González Guajardo quiso anotarse un punto a su favor, pero terminó dándose un tiro en el pie con su desafortunado tuit del viernes de la semana pasada, en su desesperación por rebasar a López Orador por la derecha. “La llamada 4t, una gran farsa, acabará mal, muy mal. Hay que tomar nota de todos aquellos que, por acción o por omisión, alentaron las acciones y hechos de la actual administración. Y lastimaron a México. Que no se olvide quien se puso del lado del autoritarismo populista y destructor”, dice GG.

El presidente fundador de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) subraya el conflicto frontal de la élite empresarial derechista contra el proyecto de la llamada 4-T y se sube el ring de la forma más pendenciera, al estilo de su contrincante, el presidente Andrés Manuel López Obrador, y se olvida de las reglas más elementales de la democracia al anteponer una lista negra de todos aquellos que, por acción u omisión, alentaron a la actual administración y le echa más fuego a la polarización política y social, es decir, a todos aquellos que votaron por AMLO.

El junior multimillonario critica el modelo de desarrollo que quiere imponer la 4-T, porque, argumenta, es volver al pasado, a los años del populismo del nacionalismo revolucionario, porque es destructor. Pero la élite carece de contrapropuesta novedosa, también añora el pasado reciente: reinstalar un modelo económico rebasado que impusieron hace más de tres décadas mediante un diseño destructor, depredador, excluyente, explotador de la mano de obra de las masas trabajadoras del campo y la ciudad.

Las cúpulas empresariales quieren volver al modelo de democracia de ellos, donde no cabe otro tipo de pensamiento, sino los de la democracia “inteligente”, de los que “sí saben gobernar”. Qué hará con su lista negra Claudio X. De una posición “filantrópica”, ha dado un gran salto a una posición de corte fascista, tal vez ese sea su perfil natural del heredero de Kimberly Clark, cuyo padre del mismo nombre, amasó una fortuna por sus nexos con el poder político ¿doble moral?

Sus empleados políticos, los dirigentes de la coalición opositora (Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano) han hecho mutis a la lista de marras. Los de Morena y de la 4-T, por su parte, no alcanzan a dar respuesta contundente con base en argumentos políticos e ideológicos. Solo alcanzan a balbucear “que me apunten en la lista”.

La ultraderecha se engalla. Es la disputa por la nación.