- Gran liderazgo de Pelosi da triunfo a Biden
- Republicanos aportan votos al proyecto de infraestructura
- Demócratas en color rojo por elecciones de 2022
Juan Barrera Barrera
Nancy Pelosi llegaba a la Cámara de Representantes con ligera desventaja. El problema no eran los votos de los republicanos sino los de un sector de legisladores de su mismo partido que llegaban precedidos de fuertes discusiones, disputas y negociaciones internas entre progresistas y moderados en las que tuvo que intervenir el presidente Joe Biden para resolverlas.
El sábado de la semana pasada la presidenta de la Cámara baja se jugaba el todo el por el todo y apostó su resto en la votación histórica del proyecto de infraestructura del mandatario estadounidense, documento que representa un billón 200 mil millones de dólares fue aprobado finalmente por 228 votos contra 206, poco más de lo necesario.
El multimillonario gasto se distribuirá par carreteras y puentes, red eléctrica, para trenes, para la expansión de la banda ancha, para agua potable, entre otros rubros de infraestructura que le dará un gran impulso al desarrollo de esa nación en los próximos años. Queda pendiente la votación de la iniciativa de Ley de Reconciliación para programas sociales que será discutido en las próximas semanas, cuando regresen del receso legislativo.
Pelosi, gran capacidad de liderazgo
Pelosi, que a sus 81 años se encuentra en plenitud de su carrera política, llegaba al Pleno d la Cámara de Representantes en la madrugada del sábado pasado con seis votos menos de su bancada, de los “progresistas” que querían que se aprobara primero el Proyecto de Ley de Reconciliación Social. Pero sorpresa, 13 republicanos razonaron su voto y le dieron el triunfo al paquete de infraestructura más grande en década de los Estados Unidos.
La lideresa del Congreo arriesgó su juego y con 13 votos republicanos le dieron un gran triunfo al presidente Biden que atraviesa por uno de sus peores momentos de su administración por las presiones domésticas (la crisis de migrantes y la reciente pérdida del Partido Demócrata en las elecciones en el estado de Virginia), y externas (el avance comercial incontenible de China). La aprobación de su ambiciosa iniciativa lo relanza ligeramente en la arena política interna a un año de las elecciones de medio tiempo.
Sin embargo, este triunfo parcial legislativo no disipa los riegos reales de que los demócratas pierdan las dos cámaras el próximo año. La derrota inesperada en Virginia y una victoria muy cerrada en su bastión Nueva Jersey, las luchas internas de los demócratas en el Congreso y la baja aprobación de Biden confirman el difícil terreno electoral que les espera a los demócratas.
Vigente el riesgo de que demócratas pierdan comicios
La baja popularidad del presidente Biden está afectando más de lo esperado la imagen de su partido y colateralmente las posibilidades de triunfo de sus candidatos en tres estados en donde habrá comicios en 2022: Michigan, Wisconsin y Pennsylvania.
Las tres gubernaturas representan el mejor momento para que los demócratas pongan freno al ascenso del Partido Republicano en la estratégica zona industrial de los Estados Unido. Los republicanos gobiernan 27 estados, mientras que los demócratas lo hacen en 23 y el escenario no está para que los demócratas pierdan más territorio electoral.
Es por ello que los líderes locales deberán jugar un rol central en la promoción de políticas nacionales y frenar restricciones a la votación que promueven los republicanos en estados que gobiernan, aunado a eso sortear y revertir la baja popularidad de su líder nacional, el presidente
Joe Biden, por su política económica y migratoria. Un sondeo reciente arroja que el 52 por ciento de la población reprueba su trabajo y el 36 por ciento lo aprueba.
No podemos perder de vista la sombra de Donald Trump que a pesar de que ya no gobierna todavía mantiene firmes a sus bases suprmacistas que presionan al mandatario por su política migratoria, que aunque no deja de ser un personaje repudiado prepara su regreso a la contienda del 2024.