Ciudad de Méxco.– El sector de la vivienda es un agente de reactivación económico que hoy representa el 10% de PIB del país y que involucra a más de 37 ramas de la economía, siendo el segundo generador de empleos en México.
Esta industria ha sido resiliente ante el embate de la pandemia, en parte por un menor costo del financiamiento hipotecario y una adecuada sincronización entre la oferta y la demanda en el mercado, lo que permitió evitar una caída generalizada de los precios. No obstante, aún no ha logrado recuperarse a los niveles de 2019 y se vislumbran nuevos retos como una posible alza de tasas ante presiones inflacionarias, con expectativas que podrían superar al cierre del año en 7%.
Previo a la pandemia el Banco de México mantenía su tasa de interés en un 7%, la cual descendió hasta 4% en febrero 2021, el cambio de rumbo del Banxico en esta materia está presentando un nuevo ciclo alcista en el segundo semestre del año, el cual hoy alcanza una tasa del 5% anual.
Este escenario se ve acompañado de un incremento del 10 % en el precio de materiales de construcción y hasta un 60% en el acero, lo que ha ocasionado el encarecimiento en la construcción de viviendas de entre un 6 % y 8 % en el país.
El tema de la elevación en costos resultante de la pandemia, ha sido un reto para todos los desarrolladores inmobiliarios, tanto para comprar materiales a un buen precio como para buscar líneas de fondeo adecuadas para afrontar las secuelas que expone la reactivación de sus operaciones.
En esta crisis el portafolio de las entidades financieras que apoyan al sector como la Banca de Desarrollo, particularmente la Sociedad Hipotecaria Federal; la banca comercial y las Sofomes, se comportó mucho mejor que en anteriores ejercicios, ofreciendo el apoyo adecuado al sector que aún no se ha recuperado totalmente.
La SHF instrumentó en 2020 una estrategia que les permitió mantener su operación apoyando con créditos y liquidez al sector de la vivienda, tanto a las empresas constructoras y entidades financieras, por lo que de enero a diciembre de 2020 se financiaron 56,673 millones de pesos en crédito inducido y crédito a la construcción.
En un sector que normalmente se financia mediante recursos propios, el entender de las Sofomes es que hoy todos los desarrollos que quieran ser exitosos requerirán de líneas de crédito fincadas mayormente en crédito puente. El adecuado fondeo de sus proyectos será parte esencial de una ordenada reactivación económica que reduzca los impactos en los precios de mercado.
José Achar, director general de Serfimex Capital comento, “por fortuna estamos teniendo una recuperación y vemos mayor dinamismo del sector, hay varios proyectos que empiezan a reactivarse, generando un incremento en la demanda en la colocación de créditos puente.
En 2022 pretendemos crecer en un 150% la cartera de clientes y por lo menos 200% el monto de créditos colocados, vamos a concentrarnos en proyectos de tipo vivienda media y residencial con desarrolladores inmobiliarios en la Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Sinaloa, Quintana Roo, Baja California Yucatán y Nayarit, que requieren de fondeo para hacer frente a la reactivación económica y al incremento en los materiales.”
Las Sofom prevé que se observe una recuperación al cerrar el año y alcanzar los niveles previos a la pandemia a principios del segundo semestre de 2022, pero será relevante que los desarrolladores inmobiliarios creen mecanismos financieros que les permita subsistir la reactivación económica con ingresos reducidos y estados financieros saludables.