AMLO descarta apagón en Nuevo León si termina contrato de Iberdrola

“No va a haber ningún apagón, ahí está la CFE que les va a vender al mismo precio la energía eléctrica“, subrayó el mandatario

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Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó este miércoles que un grupo de importantes empresas asentadas en el norteño estado de Nuevo León vayan a padecer un “apagón” si termina un contrato con Iberdrola.

El diario Reforma publicó esta semana un artículo donde advertía que decenas de grandes empresas, como Soriana o Kimberly Clark, estarían en peligro de quedarse sin suministro eléctrico a partir del 1 de febrero como parte del conflicto del Gobierno federal con Iberdrola.

Según el artículo, estas compañías son socias de Iberdrola y reciben suministro eléctrico a través de su central en Pesquería (Nuevo León), pero con un contrato de interconexión legado que vencería este mes.

“Iberdrola se apodera de todo el mercado eléctrico, sobre todo lo que tiene que ver con el abasto a mayoristas”, dijo López Obrador en la conferencia diaria desde Palacio Nacional, al hablar de esta situación.

Explicó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) “no tiene clientes en el sector empresarial” de Nuevo León, porque quien domina “toda la venta de energía” en este mercado es Iberdrola.

“Ahora se les vence un permiso a Iberdrola y está el Reforma diciendo que va a haber un apagón porque quieren que se les renueve el permiso”, subrayó.

Y agregó: “No va a haber ningún apagón, ahí está la CFE que les va a vender al mismo precio la energía eléctrica“, subrayó el mandatario, quien recordó una reunión con un directivo de la compañía al que acusó de actuar con “prepotencia”.

“Le tuve que decir con todo respeto: ‘ustedes nos han ofendido, nos han ofendido mucho, como nación y como pueblo’”, apuntó López Obrador.

El presidente de México busca que se apruebe una reforma constitucional que limitaría al 46% la participación privada en generación eléctrica, eliminaría los reguladores autónomos de energía, cancelaría todos los contratos de autoabastecimiento, y priorizaría el despacho de las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados.

La reforma, que deberá ser aprobada por dos tercios de los legisladores, ha causado una enorme controversia entre empresarios y analistas.