Política Global

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  • El monstruo sigue en el sindicato petrolero
  • Ricardo Aldana, el de Pemexgate, gana ampliamente
  • Un nuevo sindicalismo corporativo rebobinado

Juan Barrera Barrera

Muchos analistas se preguntan qué significa el triunfo de Ricardo Aldana Prieto en las elecciones para dirigir a uno de los gremios más emblemáticos e importantes en la vida laboral y política de nuestro, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana que contrata con la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos.

En los comicios celebrados el 31 de enero, de los 68 mil 700 trabajadores que ejercieron su derecho al voto (88% de los trabajadores registrados en la plataforma Sirvolab (Sistema Remoto de Votación Laboral, para emitir un voto electrónico y así asegurar la secrecía y evitar coacción del voto) de la Secretaría del Trabajo unos 89 mil, Aldana obtuvo el 71% (44 mil 983 sufragios) y los restantes 24 contendientes sumaron en su conjunto 18 mil 342 votos (29%), una oposición muy fragmentada.

Amplio triunfo del delfín de Romero Deschamps

Cabe destacar que la elección para la renovación de uno de los sindicatos más grandes e importantes de México, pero también de dirigencias tradicionales corruptas, se realizaron con las nuevas reglas de transparencia y libertad sindical contenidas en la nueva Ley Federal del Trabajo propuesta por el Ejecutivo federal en mayo de 2019.

Los contendientes opuestos al ex tesorero de Carlos Romero Deschamps y ex senador del PRI, Ricardo Aldana (ambos responsables del Pemexgate de 2000 consistente en el desvío de más de mil millones de pesos para la campaña presidencial del PRI), posiblemente creyeron que con esta nueva ley y una elección a través de instrumentos innovadores que la hacen más transparente y vigilada por las autoridades laborales, tendrían mayores posibilidades de sacudirse el lastre de un sindicalista acusado de muchas cosas.

Sin duda que la elección interna en el STPRM siempre estuvo en el interés especial del presidente Andrés Manuel López Obrador. La invitación a los 25 aspirantes al máximo foro nacional, las afamadas conferencias mañaneras en Palacio Nacional, para que expusieran sus propuestas, fue una señal de que el huésped principal quería estar cerca del proceso sindical interno.

AMLO afirmó, luego de la elección de Aldana como nuevo secretario general del gremio petrolero, que desde la presidencia no tenían su candidato, porque ya no hay sindicato de Estado como antes. Pero simbólicamente la pasarela por Palacio Nacional de los precandidatos podría significar un lavado de manos del mandatario en un escenario muy favorable a un personaje que no se le investiga, ni se le cuestiona. El mandatario lo alcanzó a acariciar con un ”si me lo encuentro en la calle no lo reconozco”.

Pero la elección inédita en un sindicato de 86 años de creado que por décadas estuvo maniatado por la antidemocracia y el gansterismo sindical de sus dirigentes, siempre supeditados al poder político corrupto del cual eran beneficiarios directos por las canonjías personales que lograban por el control de los trabajadores y los recursos que aportaban a las campañas del partido en el poder, el PRI.

Nuevo sindicalismo corporativo “rebobinado”

El STPRM sigue siendo el gremio más importante de la CTM y del país, ahora que el SNTE se ha debilitado por el golpe judicial contra Elba Esther Gordillo durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien la encarceló por su oposición a su reforma educativa y su actitud confrontativa y retadora.

Con la asunción a la secretaría general del sindicato petrolero por los siguientes seis años, Aldana Prieto estaría inaugurando un tipo de sindicalismo corporativo rebobinado, pero controlado desde el poder a través de sus varias acusaciones que obran en su contra, es decir, impunidad a cambio de sumisión.

Fue un proceso camuflajeado de democrático, mediante el cual Ricardo Aldana fue arropado por la titular de la STPS, Luisa María Alcalde y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes destacaron la libre participación de los trabajadores para elegir democráticamente a sus representantes sindicales.

En contraposición, los trabajadores disidentes del STPRM calificaron la elección de “fraudulenta”, porque hubo diversas irregularidades como amenazas a los trabajadores y coacción del voto, por lo que impugnarán el proceso que declaró triunfador a Aldana como futuro secretario general. Además, por ser Aldana empleado de confianza de Pemex, estaba inhabilitado para contender para el cargo de secretario general de la organización gremial.

El monstruo sindical sigue allí

Corresponde ahora al Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral validar la elección. Tendrá un máximo de 10 días una vez que analice las 191 inconformidades sobre el proceso, a partir de que el STPRM solicite la toma de nota.

Podemos adelantar que Ricardo Aldana no tendrá problemas para suceder a su mentor Carlos Romero Deschamps, quien estuvo al frente del sindicato por un cuarto de siglo, pareja que es considerada la más corrupta del viejo sistema corporativista.

Para recordar a Monterroso: Y cuando los trabajadores petróleos participaron en la elección de su dirigente, el monstruo seguía allí.