Buenas intenciones y planes, cómo van la ejecución y los resultados
Mario Sandoval
La Secretaria de Hacienda en el inicio de 2021, señalaba que el crecimiento del PIB se daría en niveles del 5%, incluso las expectativas la llevaron a pronosticar un 6%. Finalmente se llegó sólo al 5%.
La vacunación contra el Covid sería clave para reactivar la economía y lograr una recuperación sostenida. La variante Omicron impacto al mundo y a las economías, en el caso mexicano como dicen los clásicos, íbamos bien, hasta que nos agarró la ola y en los últimos meses se complicó la dinámica económica.
Hay desde luego el sector negativo a todo, que señala el bajo crecimiento del PIB del 5% y compara de manera irregular peras con manzanas, la realidad es que no somos una isla y que el escenario global se complicó para todos sin excepción, ni las grandes potencias se recuperaron a pesar del avance de vacunas en la población, las economías siguen desconcertadas por una u otra razón.
Que sí los faltantes de chips para autos, computadoras y teléfonos móviles. Que si el precio del petróleo que ya se iba a acabar y no se acaba, que si la situación de Rusia, Ucrania, la OTAN y USA. Incluso la especulación con bitcoin y los altibajos en las bolsas de valores.
Por otra parte, el sector optimista que el mismo Presidente estimula, al señalar que en los próximos años de su gobierno se crecerá a niveles del 5% del PIB por año. Es bueno ser optimista, pero es mejor decir cómo, cuándo y con quienes lo va a lograr.
El anterior titular de la SHCP, manejaba buena comunicación y daba elementos sobre como lo lograría, el actual brilla por su silencio. Eso sí aun logrando el 5% por año que no se dice como, los resultados acumulados del 2019 al 2021, en promedio no llegaría al 2% del PIB en todo el sexenio. Se prometió el 4%, las condiciones extremas lo han complicado, pero más las condiciones internas que no se aplican.
El PIB es la medida de valor de la actividad económica del país, se calcula con los datos de producción de bienes y servicios que se hace en el trimestre o un año. El PIB tiene efectos directos en las finanzas de las actividades productivas y de las familias.
Una baja en el PIB es una disminución en los ingresos de los bolsillos de las familias. Es decir, si el PIB baja el consumo de las familias se ve afectado, así mismo la inversión de las empresas tan bien se ve afectado cuando las economías se contraen.
Todo esto se analiza en el sector financiero y si parte agregamos el lento e inepto proceso judicial mexicano, las expectativas no pueden ser optimistas.
En todo plan de negocios, se debe generar escenarios que busquen ser lo más acertados. Se deben dar condiciones para ello. La SHCP, o bien la Secretaria de Economía y al propio Banxico, no han identificado con informes, encuestas o análisis con claridad que impacto tendrán en el PIB las obras más emblemáticas del país (Tren Maya, AIFA, Refinería Dos Bocas y el Tren Transistmico). Si ellos no lo hacen, tampoco se ha visto por parte del sector privado reportes de análisis objetivos y claros al respecto.
Por lo tanto, todo plan de negocios, que no está bien comunicado para razonar el costo beneficio, genera dudas e incertidumbre que no lo serian si hubiese buena comunicación.
Es necesario y clave que la SHCP, defina con qué políticas públicas se detonará el crecimiento del 5% del PIB anual anunciado por el Presidente. El TMEC es una parte, de igual manera la anunciada obra pública que en conjunto con la invectiva privada anuncian por tercera ocasión y que algo pasa y no pasa nada. La Reforma Energética también será factor en las decisiones económicas, por lo que la buena comunicación y los buenos oficios en las negociaciones son fundamentales por los operadores en las dependencias clave del gobierno.
Los programas sociales, las obras de infraestructura, las refinerías, se pagan con impuestos que cubrimos empresas y personas. Se reconoce el esfuerzo de los migrantes y las remesas que apoyan a sus familias, esas remesas llegan a alrededor del 30% de la población, principalmente en zonas urbanas y rurales de bajo desarrollo de Jalisco, Michoacán, Puebla, Guerrero, Estado de México, Oaxaca por citar a las entidades con mayor flujo de remesas.
Pero no es a toda la población, son recursos que estimulan el consumo, pero aún siendo del orden de los 51,600 millones de dólares (27% más que en 2020). No son políticas públicas de los gobiernos mexicanos que han sido promotores de exporta mano de obra por no generar empleos formales y estimular la informalidad, apoyan sin duda a la base de la pirámide y se trasladan esos consumos mayormente a las tesorerías de las grandes corporaciones nacionales y extranjeras.
Esto es que quienes aportamos los recursos vía impuestos por ingresos, consumo y servicios los recursos para vacunas, infraestructura, obras clave, compra de refinerías, rescates carreteros, fobaproa, reestructuras de deuda de Pemex. CFE, inversión en salud, educación y procuración de justicia.
Somos los más de 21 millones de personas que cotizamos en IMSS, los 3 millones que cotizan en el ISSSTE, los 4 millones de empresas registradas en el SAT y sin dejar de considerar a los más de 33 millones de personas dedicadas a la informalidad, que, si bien no son causantes cautivos, generan impuestos en sus consumos.
Esos son los generadores de ingresos de verdad en el país. Los gobiernos no generan ingresos, son sus políticas públicas y su gestión en la administración, lo que genera resultados ya sean buenos o malos y por ello se les debe exigir en su momento la rendición de cuentas con las herramientas legales y de información a la que están obligados.
Si los gobiernos en turno, hacen su trabajo bien y dan la rendición de cuentas adecuada hay continuidad, si no el ciudadano vota y los bota. La clave es información objetiva y análisis en un nivel que la mayoría comprenda.
Podemos generar buenos planes, buenas intenciones, todos los mejores deseos y buenas vibras. Pero mal implementados y mal ejecutados, eso sí calienta (sic). Estamos en el cuarto año de gobierno, se hace necesario vincular al sector privado en todos los niveles y regiones, no solo al CCE y la Coparmex, que son los mismos de siempre que se sientan con el gobierno, ignorando a los demás sectores empresariales.
Se debe vincular y acordar con el pequeño y mediano empresario que sean líderes locales y regionales, que sumados productivamente son el factor de crecimiento, de igual manera conciliar con el sector privado de gran tamaño, se debe vincular alianzas en la inversión pública y privada.
Las políticas públicas para incentivar el empleo, la productividad y crecimiento de la economía son en acuerdos no en discusiones e imposiciones de las partes.
Integrar en las áreas y dependencias clave con gente con capacidad, experiencia y resultados, si solo se integra a militantes y afines como ha sucedido por décadas, los resultados están ahí en los registros históricos de cada sexenio.
En la administración pública o privada, quienes tomamos decisiones, elegimos al equipo que nos acompaña, pensamos en hacer las mejores elecciones, somos corresponsables de sus resultados, así que debemos elegir bien. Ya lo señala con sutileza la siguiente frase… ¡Cuídate de tus amigos, que de tus enemigos te cuido yo!
CEO FISAN SOFOM ENR
Ex Presidente Nacional AMFE
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