Ciudad de México.- La CONDUSEF, en conjunto con la AMIS y el INMUJERES, llevaron a cabo en el marco del Día Internacional de las Mujeres, el Foro “Finanzas, Género e inclusión”, mismo que buscó abrir un espacio de análisis y discusión sobre la participación de la mujer en el mercado laboral y la economía, su inclusión en los servicios financieros y las oportunidades de emprendimiento con que cuentan.
El evento inaugural del Foro contó con la presencia de Nadine Gasman, Presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres; Sofía Belmar, Presidenta de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros y Oscar Rosado, Presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
Nadine Gasman, destacó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018, a nivel nacional, de las mujeres que viven en localidades de 15 mil o más habitantes, 48% de ellas tiene una cuenta bancaria, en contraste con 55% de los hombres; en localidades de menos de 15 mil habitantes, el 42% de las mujeres tienen una cuenta bancaria, en contraste con 36% de los hombres.
El 21% de las mujeres que viven en localidades de menos de 15 mil habitantes, tienen al menos un crédito formal, frente a 23% de los hombres; para el caso de las mujeres urbanas, es 33% comparado con 39% de los hombres.
En la mayoría de los casos, el sistema financiero no toma en cuenta estas diferencias, ni las circunstancias particulares de las mujeres, considerándolas como un grupo homogéneo con necesidades fijas. Esto es así porque dicho sistema aún carece de perspectiva de género interseccional.
“Las mujeres viven formas múltiples e interseccionales de discriminación, además, han sido dejadas históricamente fuera del sector financiero, como es el caso de las mujeres rurales, indígenas y afromexicanas”.
En su participación, Sofía Belmar argumentó que en nuestro país la brecha de género financiera es aún un desafío relevante, ya que de cada 10 mujeres solo 4 cuentan con un medio de ahorro formal, y solo 2 con la protección de un seguro. Este rezago afecta su autonomía económica y las deja en una situación de clara vulnerabilidad.
A raíz de la pandemia por Covid-19 estas desigualdades se han hecho más evidentes y han tenido un impacto en el bienestar y desarrollo de todas las mujeres. En Latinoamérica estas cuestiones nos hacen enfrentar las crisis en condiciones de mayor vulnerabilidad económica y social con una tasa de participación laboral cercana al 50%, mientras que la de los hombres asciende el 70%.
En México, aproximadamente 11.6 millones de trabajadoras salieron del mercado laboral en 2021, esto equivale a más de la mitad de los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia, ya pesar de que las mujeres representan apenas un tercio de la fuerza laboral, lo que hace evidente que se está acentuando esa brecha de género.
“Es necesario que creemos una oferta de servicios con perspectiva de género que garantice que las mujeres puedan acceder a los beneficios sociales y económicos que los productos financieros les pueden ofrecer”.
Finalmente, Oscar Rosado mencionó que hasta ahora no hay suficientes servicios ni productos financieros diseñados con perspectiva de género. De acuerdo con la CNBV, solo 1 de cada 6 entidades financieras en el país, ofrece productos o servicios diseñados para mujeres.
Conforme los resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018, el 65% de las mujeres mayores de 18 años cuentan con algún producto financiero, el 31% tienen una cuenta de ahorro para el retiro, el 35% maneja una cuenta bancaria y el 23% tiene algún seguro.
La Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares 2019, rebeló que de los 36 millones de hogares que existen en nuestro país, el 99.5% tienen algún tipo de activo financiero; las cuentas individuales de ahorro para el retiro son el instrumento financiero más ocupado y valioso, ya que representa casi el 50% del ahorro de estos, sin embargo, las mujeres tienen ahorrado en promedio un 80% menos que los hombres, debido a su menor permanencia en los empleos formales y a la reducción drástica de las plazas para las mujeres.
“La libertad financiera es el único medio o uno de los medios más eficaces para una vida plena y aleja definitivamente de la violencia y la dependencia del sistema patriarcal a las mujeres”.
Posteriormente, hubo cuatro paneles de reflexión con especialistas que trataron temas como inclusión financiera de las mujeres: impacto económico y social; servicios financieros con perspectiva de género; casos de éxito, inclusión financiera = oportunidades de desarrollo y ¿cómo impulsar el emprendimiento de mujeres?
