Mineápolis.- El presidente de la Reserva Federal (Fed) en Mineápolis, Neel Kashkari, dijo que los problemas de las cadenas de suministro que han contribuido a mantener alta la inflación en Estados Unidos no están disminuyendo tan rápido como pensaba y expresó menos confianza sobre cuándo comenzarán a ceder.
«Confío en que vamos a conseguir que la inflación vuelva a bajar a nuestro objetivo de 2%”, mencionó Kashkari.
“Prácticamente todas las noticias van en la dirección equivocada”, dijo, citando la guerra en Ucrania y los confinamientos por el Covid-19 en China.
Aunque hay algunos indicios de que la inflación puede haberse suavizado, añadió Kashkari, otros indicadores apuntan a que los consumidores siguen gozando de una sólida salud.
Se estima que todavía hay un exceso de ahorro de más de 2 billones de dólares en los balances estadounidenses acumulados durante la pandemia.
“A estas alturas yo habría esperado más pruebas de que estos balances de los hogares se están gastando (…) existe la posibilidad de que ahora la economía se haya visto empujada a un equilibrio de mayor presión que antes. Y si ese es el caso, entonces tendremos más trabajo que hacer para volver a bajar la inflación”, expresó Kashkari.
Por su parte, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, mencionó que espera que el banco central tenga que realizar dos o tres aumentos adicionales de medio punto porcentual en la tasa, pero dijo que ya hay señales de que las presiones de la oferta están llegando a su punto máximo.
“Diría que un aumento de 75 puntos base es un resultado de baja probabilidad considerando lo que espero que suceda en la economía durante los próximos tres o cuatro meses”, mencionó a Reuters durante una entrevista.
Las empresas de camiones ya no están rechazando negocios, como lo hacían antes, y los cuellos de botella se están aliviando, aseguró y destacó que ve riesgos a la baja aún no realizados para la demanda, provenientes de la guerra y porque los hogares reaccionan a la alta inflación con reducciones en el gasto.
“Me mantendré abierto a la posibilidad de que ese tipo de ajustes funcionen en conjunto con nuestros movimientos de política monetaria y nos lleven a un lugar donde la inflación se acerque a nuestro objetivo, a un ritmo más rápido que quizás algunos de mis colegas están proyectando”, dijo Bostic. “En cuyo caso no tendremos que hacer tanto”.