- Alito y el PRI serán los grandes derrotados el domingo
- Morena dominará el 60 por ciento del territorio electoral
- Se acabó el PRIMOR, solo quedan rencores
Juan Barrera Barrera
A tres días de las elecciones en seis estados de la República, el PRI, el todo poderoso PRI, el nonagenario PRI, el partido emanado de la Revolución, el partidazo de masas se cae a pedazos y también Alejandro Moreno Cárdenas, que a través de la difusión de varios audios se le involucra presumiblemente en actos ilegales.
Su verdugo, la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien a través de su programa oficial de radio Martes del Jaguar ha dado a conocer diversas conversaciones en las que “Alito” habría admitido haber hecho un pago millonario (cinco millones de dólares) al consultor español, Antonio Solá, en la campaña de Campeche del 2021 que perdió el PRI con Morena por la que competía un sobrino de Moreno.
Los audios igualmente dan cuenta de aportaciones privadas del presidente de Cinépolis, Alejandro Ramírez (hoy presidente de la poderosa Asociación de Hombres de Negocios) que ascienden a los 25 millones de pesos. Moreno Cárdenas ha negado el contenido y acusa que son grabaciones truqueadas y afirmó que hay una campaña sucia del gobierno federal contra él y su familia.
Alejandro Moreno a la deriva política
En una conversación más el dirigente del partido tricolor arremete de manera vulgar contra los periodistas: “A los periodistas no hay que matarlos a balzos, hay que matarlos de hambre”. Todo esto ha causado una gran indignación no solo en el gremio periodístico, sino entre la sociedad en lo general.
Sin duda las grabaciones son un acto ilegal, pero siempre tienen un gran impacto mediático y a veces hasta legal. Pero independientemente del cauce legal y político que tomen los acontecimientos, lo anterior nos habla del nivel de la degradación que los actores políticos están haciendo de la política. La práctica del espionaje, todos espían a todos, es algo muy cotidiano y normal. No le restamos importancia al contenido de las grabaciones, pero solamente destacar que en la guerra política no hay límites, todo se vale.
El ínclito Alejandro Moreno se envalentona y se indigna porque su imagen está siendo manchada por el gobierno de la 4-T. Dice que no lo van a doblegar y que el objetivo de la “dictadura” de Morena es dividir a la coalición opositora, que por cierto sus alados del PAN y PRD han preferido guardar silencio, pero saben que el domingo el affaire “Alito” será un gran negativo en los resultados.
El diputado Moreno Cárdenas se perfila como el peor de los dirigentes de la época moderna del PRI, así lo indican sus números: ha perdido diez gubernaturas desde que está al frente de su partido, aunque recuperó un poco de terreno electoral en la ciudad de México en las elecciones del año pasado. Ya se le empieza a llamar el sepulturero del PRI.
Alito ha tratado de lavar su imagen con otro audio que el mismo grabó, en el que, según el secretario de Gobernación, Adán Augusto Hernández, le envía amenazas a través del también impresentable senador del Partido Verde, Manuel Velasco, presumiblemente con el fin de que la bancada del PRI apoyara la reforma eléctrica de AMLO, cosa que no sucedió y que ahora el chiapaneco asegura que por ese motivo López Obrador quiere vengarse.
Morena avanza territorialmente y el PRIMOR se acaba
El asunto es que todo este conflicto aparece cuando se avecinan elecciones importantes por ser la antesala de las de Coahuila y estado de México, y luego la elección presidencial del 2024, en las que Moreno Cárdenas aspira a contender por la coalición Va por México.
Pero esa aspiración ya estaría truncada, ya que los pronósticos electorales no le favorecen y se encamina como el gran perdedor junto con su partido. Morena y sus aliados ganarían cuatro gubernaturas: Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Durango será una elección muy reñida entre Morena y PRI, tal vez el resultado podría resolverse en los tribunales electorales. Aguascalientes seguramente lo retendrá el PAN, pero la morenista Nora Ruvalcaba ha ido reduciendo la brecha en las intenciones del voto con relación a Teresa Jiménez de la alianza PRI-PAN-PRD.
Después del domingo, Andrés Manuel López Obrador y su movimiento saldrán airosos, pues avanzarán territorialmente con 20 o 21 gubernaturas, que representan más o menos el 58 por ciento de la población y el 5.6 por ciento del PIB. El poder avasallador de AMLO seguirá arrasando con lo los escombros del PRI y con ello debilitando el sistema pluripartidista.
Si alguna vez hubo PRIMOR, hoy solo se ve rencor entre esas dos fuerzas. Aquí no hay posibilidades de abrazos, en su lugar solo se observan odios y audios.
