Ámsterdam.- El Banco Central Europeo (BCE) puso fin el jueves a su programa de estímulos de larga data y señaló que el próximo mes realizará su primera subida de tasas de interés desde 2011, seguida por un incremento potencialmente mayor en septiembre si la inflación no se enfría.
Con una inflación en un récord del 8,1% y que sigue acelerándose, el BCE ahora teme que el crecimiento de los precios se esté ampliando y pueda transformarse en una espiral de salarios y precios difícil de romper.
El banco central de los 19 países que usan el euro dijo que dejará de comprar bonos el 1 de julio y luego aumentará las tasas de interés en 25 puntos básicos ese mismo mes. Volverá a subir los tipos en septiembre y podría optar por una medida más agresiva: un aumento de 50 puntos básicos que sería el mayor incremento en una sola reunión desde junio de 2000.
«Nos aseguraremos de que la inflación regrese a nuestro objetivo del 2% en el mediano plazo», dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante una conferencia de prensa. «No es solo un paso, es un viaje», dijo sobre el ciclo de ajustes monetarios que inicia el organismo.
El rápido avance de la inflación fue impulsado inicialmente por los precios de la energía y los alimentos cuando las economías emergieron de los confinamientos y la inactividad por el COVID-19, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha acelerado esas tendencias.
Las autoridades del BCE han debatido intensamente el tamaño de las alzas de tipos para frenar el crecimiento de los precios. El economista jefe Philip Lane prefirió aumentos de 25 puntos básicos en julio y septiembre, pero otros responsables argumentaron que se considerarían los 50 puntos base.
Con miras al endurecimiento, el BCE elevó sus proyecciones de inflación una vez más y ahora espera una inflación del 6,8% este año frente a una previsión anterior del 5,1%. En 2023, prevé una inflación del 3,5% y en 2024 del 2,1%, lo que indica cuatro años consecutivos de excesos inflacionarios.
«El Consejo de Gobierno anticipa que será apropiado un camino gradual pero sostenido de nuevos aumentos en las tasas de interés», dijo el comunicado de política monetaria del BCE. «La alta inflación es un gran desafío para todos nosotros», indicó.
Los mercados se movieron para descontar 143 puntos básicos de aumentos de tasas para fines de este año luego del comunicado, frente a los 138 pb anteriores, o un incremento en cada reunión desde julio, con algunas alzas superiores a 25 puntos básicos.
También anticipan una serie combinada de aumentos de 230 puntos básicos en la tasa de depósito para fines de 2023, lo que coloca el nivel más alto de la tasa de interés cerca del 2%.
La decisión dejó a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, quien hace solo unos meses dijo que un aumento de tasas este año era muy poco probable, en una posición complicada en su conferencia de prensa del jueves.
Sin embargo, mostró poca vacilación, subrayando varias veces cómo el banco planeaba subir gradualmente sus tasas en las próximas reuniones.
«Debemos mantener el rumbo y estar decididos a contener la inflación», dijo Lagarde a los periodistas en Ámsterdam después de la reunión de política monetaria del banco.
La jefa del BCE dijo que no permitiría que los costos de endeudamiento de los países en crisis de la deuda de la zona euro vuelvan a subir enormemente por los mercados financieros. «¡Estamos comprometidos, comprometidos!», dijo Lagarde.