Política Global

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  • El canciller Ebrard toma la delantera hacia el 2024
  • Sheinbaum a la baja; Adán Augusto muy atrás en las preferencias
  • Ricardo Monreal advierte su salida si lo excluyen

Juan Barrera Barrera

El domingo, día del padre, el canciller Marcelo Ebrard encabezó un evento político en el estado de Jalisco que no tuvo otra finalidad sino la de confirmar sus intenciones de luchar por la candidatura de Morena a la presidencia de la República para el 2024.

Confirmó, asimismo, ante legisladores federales y locales, que no es un “tapado”, pues recordó que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha “destapado” en cinco ocasiones en sus conferencias de prensa mañaneras, “soy corcholata reconocida”, por lo que dijo no era el tema en esa concentración morenista.

Desde hace unas semanas el presidente dio el banderazo de salida, tanto la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el canciller, Marcelo Ebrard; así como el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, han comenzado a intensificar el uso de sus redes y en los dos últimos casos se han visto bardas pintadas en su favor en algunos estados.

A pesar de que no son tiempos de precampañas y la contienda electoral comienza en septiembre del 2023, los aspirantes morenistas se han cuidado en el manejo de los contenidos para evitar sanciones por actos anticipados de campaña, aunque los mensajes subliminalmente son eminentemente políticos, ya que al difundir sus imágenes los receptores saben que se están promocionando para que los conozcan y reconozcan como precandidatos de una formación política.

En el evento denominado “Primer Encuentro de Diputados Locales y Regidores” Ebrard se mostró confiado. Externó que participará en la encuesta interna del Movimiento de Regeneración Nacional, en la cual, afirmó, lleva delantera sobre la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y del titular de Gobernación, que son los tres favoritos de López Obrador.

Aunque hay un cuarto, pero que el presidente no lo menciona porque desde hace tiempo se ha distanciado del senador Ricardo Monreal, pero éste sostiene que buscará la nominación solamente por Morena, pero los tiempos y las circunstancias políticas cambian de acuerdo a los escenarios. La movilidad política interpartidista es algo ya muy común.

Claudia a la baja; Marcelo al alza

En la concentración masiva de Toluca con la que dio inició el banderazo de salida para la organización interna rumbo a los comicios del 2023 en el estado de México y para la presidencial del 2024, Morena lanzó señales claras de su músculo político a la coalición opositora y les remachó que sigue marcando la pauta en la agenda electoral.

Una señal más de Morena fue a la clase política priísta en el sentido de que la plaza de la entidad mexiquense pronto será ocupada por un nuevo gobierno, diferente al que ha gobernado por más de siete décadas, es decir, el llamado Grupo Atlacomulco.

Marcelo Ebrard tampoco quiere perder tiempo como Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, pues se ha trazado recorrer los demás estados del país en busca del voto guinda, pues como diría el secretario de Gobernación “los tiempos del señor son perfectos”, una frase con sentido religioso, pero políticamente incorrecta, en referencia a AMLO, claro.

Ciertamente el objetivo del político citadino está en la conformación de una estructura a nivel nacional que sirva de base a sus aspiraciones presidenciales, ya que por sus tareas como jefe de la diplomacia mexicana no ha tenido tiempo de recorrer el suelo mexicano.

Las encuestas dan empate entre Claudia y Marcelo. Pero estos momentos no son los de la jefa de Gobierno. Estudios sobre la orientación del voto en la ciudad capital indican que hay una oposición competitiva, a tal grado que no descartan un posible descalabro de Morena, tomando en cuenta que en las elecciones intermedias de 2021 en la capital mexicana, icono tradicional de la izquierda, el partido oficial perdió seis alcaldías.

En la encuesta reciente del periódico El Financiero la alianza “Va por México” integrada por el PAN, PRI, PRD encabeza la intención del voto con 44%, dos puntos arriba de la coalición oficial Morena, Partido Verde y PT que tiene un 42%. El sondeo revela que la figura política más popular en la capital actualmente es la senadora Xóchitl Gálvez, quien cuenta con 34% de opinión favorable, seguida de la morenista Clara Brugada, el secretario de gobierno de la CDMX, Martí Batres y la secretaria de Seguridad Pública Federal, Rosa Icela Rodríguez, quienes tienen entre el 29 y 31% de opinión positiva.

En el ejercicio demoscópico de junio de la empresa Enkoll para los presidenciables, Sheinbaum Pardo de marzo a la fecha bajo a 46%, un punto menos, mientras que el secretario de Relaciones Exteriores pasó de 26% a 37% en el mismo periodo. En tercer lugar se ubica al senador Ricardo Monreal con 12% en las preferencias efectivas entre los aspirantes morenistas a la presidencia de la República. Y en lejano cuarto lugar se coloca al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, pese que para algunos analistas el tabasqueño dará la sorpresa.

Sin embargo, en los resultados de la encuestadora CE Research dan como puntero a Ebrard Casaubon con 39% de las preferencias electorales, mientras Claudia Sheinbaum con el 35% de popularidad, y de seguir esas tendencias todo parece indicar que estos dos políticos son los que finalmente disputarán la candidatura presidencial de Morena.

Monreal y la posibilidad de abandonar Morena

CE Research le da una aprobación muy baja a Adán Augusto López con un 7%, incluso superado por Gerardo Fernández Noroña que se ubica en un 8%, pero a Ricardo Monreal le da un 11% de respaldo popular, a pesar de que se percibe que el senador zacatecano no será incluido en la encuesta, al no ser invitado al encuentro de Toluca, en donde estuvieron los demás presidenciables.

Es un grave error de la dirigencia morenista que encabeza Mario Delgado no haber invitado al senador, y quien contradictoriamente ha convocado a mantener la unidad de las corcholatas. De confirmarse, en su momento, la exclusión de Monreal en el proceso interno, Morena se estará creando un fuerte problema interno. Tanto Marcelo Ebrard como Ricardo Monreal han exigido piso parejo para los aspirantes, pero todos sabemos que hay una preferida del presidente.

Los trabajos demoscópicos atribuyen un triunfo a Morena en las elecciones presidenciales del 2024, con el candidato(a) que sea sobre la coalición “Va por México”, pero el movimiento que llevó a la presidencia a López Obrador sabe que solamente unidos podrán refrendar la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación.

Monreal Ávila el miércoles lanzó una seria advertencia a su partido en caso de no ser tomado en cuenta para los comicios de 2024. “Hasta ahora, no ha habido ningún otro elemento que me obligue a irme, y he dicho que el límite de mi permanencia en Morena es la dignidad. Si se me sigue excluyendo, nada tengo que hacer”, declaró durante un encuentro con los medios de comunicación desde León, Guanajuato en la presentación de su libro Grandes Reformas.