Entresemana

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Andrés Manuel, así o más clarito…

Moisés Sánchez Limón

Ya se sabe, ya se supo.

Porfirio Díaz, sí, el mismísimo oaxaqueño general presidente José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, es el creador del régimen autoritario y corrupto que el licenciado Su Alteza Serenísima no ha podido desmontar en casi cuatro años de gobierno.

¡Vaya con el general Díaz!

Porque, en la versión del licenciado presidente, resulta que por culpa de Don Porfirio y no del canijo neoliberalismo, es que el PRI y la parte que le corresponde al PAN, hicieron de las suyas, ¡corruptazos!, heredándole la situación que, terco, pretende combatir con abrazos, no balazos.

Pero he aquí la consecuencia de lo ocurrido en la comunidad de Cerocahui que indignó a la sociedad católica y de otros credos religiosos y que llevó al papa Francisco a exclamar “¡cuántos asesinatos en México!”, en su manifestación de dolor y tristeza por el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.

Lo dijo en presente, el jesuita papa Francisco jefe de la iglesia católica en el mundo que, de acuerdo con la más reciente información, cuenta con mil 360 millones de feligreses, de ellos 97.9 millones son mexicanos. Y usted saque las conclusiones que guste.

Así que, si el licenciado presidente pretendió escurrir el bulto y ponerse a salvo junto con su gabinete de seguridad, quedó en el papel de desinformado, mentiroso y mañoso.

Porque, evidente, solo los integrantes del gabinete de seguridad saben qué demonios tratan en sus sesiones todas las mañanas de lunes a viernes. ¿A poco no?

Y es que, pese a que a las seis de la mañana del martes, hora en que sesionan hasta la doctora Sheinbaum junto con los secretarios de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y secretaria Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, era pública la identidad de los sacerdotes asesinados y el sitio en el que ocurrieron los hechos, en su homilía divagó desinformado.

Bueno, al menos así pareció.

Veamos. De ser cierta su versión de que está enterado de todo lo que pasa en el país, debió saber qué había ocurrido en aquella comunidad del municipio chihuahuense de Urique, en la Sierra Madre Occidental donde con los límites de Chihuahua, Sonora y Sinaloa se forma el llamado Triángulo Dorado (del narcotráfico) al que quiere cambiar el nombre por de Triángulo de hombres buenos y trabajadores. ¡Ajá!

¿Por qué presentarse desinformado, con el ridículo que ello implica para el jefe del Ejecutivo Federal? Pretendió, sí, pretendió buscar asideros para justificar esa grave situación que indignó hasta a destacados morenistas que evitaron la manifestación abierta, incluso en la sesión de la Comisión Permanente esgrimieron argumentos pueriles.

Por eso, Su Alteza Serenísima sostuvo en la mañanera, para demostrar y asumir que nada se mueve en el país sin que él Presidente lo sepa, él en este caso:

“No olviden que este un régimen que viene de lejos, me refiero a lo que estamos ahora desmontando, al régimen autoritario, corrupto, que este régimen lo diseñó y lo consolidó Porfirio Díaz, él le puso los cimientos, lo armó, definió las reglas no escritas, y ni la Revolución pudo destruirlo. Hubo avances, lo he dicho varias veces, en el terreno social, sin duda, pero en lo político continuó lo mismo. Se fue don Porfirio, pero quedó doña porfiria”.

Andrés Manuel I, Su alteza Serenísima sabía de lo ocurrido en la comunidad de Cerocahui cuando en la mañanera del martes dictó la homilía frente a un público benevolente cuanto más cómplice y comedido que nutre a la barra mercenaria, la que no cuestiona porque se ciñe al guión, porque evita meter en aprietos al culto licenciado presidente.

¿Cuál será, entonces, su reacción frente al mensaje del papa Francisco?

“Expreso también mi dolor y tristeza por el asesinato, el otro día, de dos religiosos hermanos míos y un laico. ¡Cuántos asesinatos en México!, estoy cercano con afecto y oración a la comunidad católica afectada por esta tragedia. Una vez más repito que la violencia no resuelve los problemas, sino que crece el sufrimiento inútil”, dijo el Papa.

¡Ah!, pero el licenciado presidente tardó 24 horas en expresar sus condolencias a la Compañía de Jesús, “a los jesuitas de México, del mundo”, por el asesinato de los dos sacerdotes, no del civil, que trabajaban en, citó, esa zona marginada, pobre, de Chihuahua.

Y, reiteró, “esa zona de la sierra ha estado desde hace tiempo muy infiltrada, penetrada, dominada por la delincuencia. Para tener los antecedentes, en esa zona se han cometido crímenes como lo sucedido en Estación Creel, en 2008, que un comando irrumpió en una reunión y asesinaron a 13 personas; y lo mismo en toda la región”.

Bien, ¿y por qué su gobierno ha evitado atender esa situación?, ¿por qué ha dejado en indefensión a la población de aquella zona controlada por el crimen organizado y el narcotráfico?

Recuerde usted que ha insistido en que le presenten pruebas de que está vinculado con el narco y el crimen organizado, que es mentira el informe de Glen VanHerck, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, de que 35 por ciento del territorio mexicano está bajo control del narco.

Ahí le va una confesión del licenciado Andrés Manuel I:

“Este delincuente señalado como el responsable de los asesinatos, porque es incluso hasta identificado por uno de los sacerdotes, también está acusado con orden de aprehensión desde el 2018, porque asesinó a un turista estadounidense.

“Entonces, sí es una zona que está dominada por esta banda, por este grupo y se está haciendo el trabajo que nos corresponde”.

¿Qué le parece? Las ganas de zafarse del caso lo llevaron a cometer yerros declarativos. Dice que parece que ya chochea. ¡No parece!

Bueno, bueno.

En suma. Ahora resulta que no es el pinchi neoliberalismo el causante de la corrupción. ¡Nooo!, fue el general presidente Porfirio Díaz, porque él ideó el esquema de complicidades que ponía a salvo a los presidentes de cualquier responsabilidad.

¿Le creemos?

En caso de que dude usted y considere invento de conservadores y neoliberales, lea usted lo dicho por Su Alteza Serenísima. A saber.

“Esto de la sierra de Chihuahua, que duele tanto, pues esto no surgió ahora, esto viene de tiempo atrás, cuando existía un contubernio completo entre las autoridades y la delincuencia (o sea: sigue el contubernio). ¿O el señor este acaba de empezar su carrera delictiva? No, y seguramente fue tolerado (¿por quién del gobierno de la 4T?).

“Y esto lo saben bien los jesuitas y lo saben muy bien los que viven en Urique, y los que viven en Chinipas y en Creel, saben perfectamente en Batopilas, en Morelos, saben muy bien cómo se fue creando toda esta organización y el contubernio con autoridades. Entonces, es un proceso. Se va avanzando mucho, pero falta”. ¿Dónde están los resultados? En el discurso no en los hechos. Y lo admite sin rubor pero su auditorio evita comentarlos.

Y, para variar, otra vez contra los incómodos periodistas.

“Nada más vean todos los periodistas esos en contra, pues todos vinculados al poder y a la corrupción. Afortunadamente, como lo menciona Elizabeth y yo lo repito cada vez más, la gente está muy consciente, mucho, mucho muy consciente y nos está apoyando, nos respalda.

“Porque hasta Felipe Calderón se atreve a culparnos, en el colmo del cinismo, de la hipocresía, porque así es la derecha, ya lo hemos dicho muchas veces, su verdadera doctrina es la hipocresía”.

En serio, no se ría, lo dijo el licenciado presidente. ¿Pruebas de sus relaciones inconfesables? Están a la vista, no os hagáis que ya lo sois. Digo.

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