Expedientes MX

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Caro Quintero la caja de Pandora para México y EU

Norberto Vázquez

El caso del narcotraficante detenido es sinónimo de lo podrido de las instituciones como la DFS, la DEA, la CIA el FBI…todos están en contubernio con el crimen organizado

Las autoridades de México y Estados Unidos en materia de narcotráfico, siempre se han hecho los que no ven nada y lo saben todo. El millonario negocio transfronterizo y el mercado enorme por los millones de adictos en ambos lados de la frontera, ha sido sin duda un pacto silencioso que han sobrellevado ambas administraciones a lo largo de más de cinco décadas.

Hay que decirlo con todas sus palabras, alrededor de tres décadas en que Rafael Caro Quintero estuvo preso entre 1985 y 2013 a nadie le convenía su extradición. Sería hasta el momento, uno de los capos que sabe como se edificó un imperio de impunidad, corrupción y muerte entre estas dos naciones.

Para muestra un botón. La primera vez que intentaron detenerlo, Caro Quintero portaba una credencial como miembro de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), el temible organismo de inteligencia mexicano que torturaba y mataba a opositores políticos y sociales.

En ese lapso de tiempo la Administración de Control de Drogas (DEA) siempre reclamó su extradición, que México siempre se negó porque, extraoficialmente, se consideraba que su proceso terminaría en forma inevitable con un escándalo político con repercusiones en ambos lados de la frontera.

Y hasta la 4T alcanza a este involucramiento, su nombre: Manuel Bartlett Díaz.

Ese hecho, como tantos otros que se han dado en la historia reciente de México, está enmarcado en un manto de opacidad, complicidades y silencios, ya que se detuvo a los narcotraficantes implicados y al dueño de la casa donde fue asesinado Enrique Camarena Salazar, pero no cayó ningún funcionario de alto nivel, ni de México ni de Estados Unidos.

Rubén Zuno Arce, cuñado del expresidente Luis Echeverría, fue detenido en Estados Unidos porque supuestamente Camarena había sido torturado en una casa de su propiedad.

Camarena Salazar, era parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI). Se había infiltrado en el Cártel de Guadalajara, la organización delictiva que lideraban Ernesto Fonseca Carrillo alias “Don Neto”, Miguel Ángel Félix Gallardo, Manuel Salcido Uzeta, conocido como “El Cochiloco”, y Juan José Esparragoza Moreno, llamado “El Azul”. Todos detenidos.

La captura de Caro Quintero es importante por toda la historia que hay en torno a él y de la que fue protagonista. Sin habérselo propuesto, el sinaloense es de los responsables en el cambio de la relación bilateral México-Estados Unidos, al ser uno de los hombres que cambiaron para siempre la forma en que se lucha contra las drogas en ambos lados de la frontera.

Cabe señalar, que Operación Leyenda logró que 19 implicados en el secuestro, tortura y muerte de Enrique Camarena pisaran la prisión, pero no todos. Bartlett siempre estuvo colocado en posiciones de poder que lo protegieron.

Primero en los gobiernos priístas, y ahora bajo protección del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero ojo: la reciente recaptura de Caro Quintero y su eventual extradición arriesga el blindaje de Manuel Bartlett.

El Juzgado Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales, con sede en el Reclusorio Oriente, en la Ciudad de México, adelantó que el procedimiento de extradición podría tardar más de un año en resolverse en tribunales ante los recursos que podría interponer la defensa de Caro Quintero para tratar de evitar que sea enviado a Estados Unidos.

Y así es, por lo pronto, Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, podría evitar pisar una prisión estadounidense, esto luego que un juez federal otorgó un amparo que impide al Gobierno Federal la extradición del capo a Estados Unidos.

En el recurso solicitado por Beatriz Angélica Caro Quintero, hermana del llamado “Narco de Narcos”, se pide la protección de la justicia contra la deportación o expulsión del país, sin que se haya seguido el procedimiento de extradición correspondiente de acuerdo con el Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos.

La justicia estadounidense cuenta con 60 días para formalizar la solicitud de extradición y presentar las órdenes de aprehensión obtenidas y las pruebas en contra del capo que alguna vez ofreciera pagar la deuda externa de México a cambio de su liberación.

Pero aquí la pregunta: ¿Caro Quintero era prioritario? Por que no el Mayo Zambada, El Mencho o Los Chapitos, quienes son los verdaderos enemigos públicos que siguen operando y generando cientos de muertos todos los días.

A más de 35 años del asesinato del agente angidrogas ‘Kiki’ Camarena, Bartlett Díaz sigue apareciendo en las investigaciones. De acuerdo con funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos insisten en que el director de la CFE participó en reuniones con narcotraficantes antes y después de que dicho crimen se llevara a cabo.

Las pistas son contundentes: Manuel Bartlett como secretario de Gobernación y el general Juan Arévalo Gardoqui, titular de la Sedena en esos años, en colaboración con el crimen organizado y agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), participaron en el interrogatorio del agente estadounidense, quien fue torturado hasta su muerte.

A Camarena lo mataron todos, porque descubrió al mismo tiempo como el narcotráfico y la CIA financiaban a los grupos armados creados y organizados por los propios Estados Unidos para derrotar mediante acciones armadas al gobierno nicaragüense surgido de la Revolución Sandinista tras el triunfo de esta el 19 de julio de 1979, los conocidos como Contras o, de forma general para todos ellos, “la contra” nicaragüense.

Según un informe de la DEA, se calcula en 28 mil millones de dólares las ganancias anuales de los carteles mexicanos en contubernio con autoridades mexicanas y estadounidenses, por eso la raquítica cifra de decomisos. ¿A todos les conviene el mercado del narcotráfico? Usted que opina.