Berlín.- El crecimiento de la economía alemana se mantuvo nulo en el segundo trimestre, empañado por la aceleración de la inflación a raíz de la guerra en Ucrania, que pesa sobre el poder adquisitivo y la actividad industrial, según cifras preliminares publicadas el viernes.
Después de un crecimiento del 0.8% durante los tres primeros meses del año, la primera economía europea está en «un contexto económico mundial difícil, con la pandemia de Covid-19, las cadenas de suministro interrumpidas, el aumento de los precios y la guerra en Ucrania», explica el instituto federal de estadística Destatis en un comunicado.
La tasa de desempleo en Alemania aumentó en julio, por segundo mes consecutivo, debido al «registro de los refugiados ucranianos» en el mercado laboral, indicó el viernes la oficina de empleo en otro comunicado.
El indicador alcanzó 5.4% en datos corregidos de efectos estacionales, 0.1 puntos más que en junio, detalló.
El número de desempleados aumentó en 48.000, siempre en datos corregidos de efectos estacionales.
Destatis, sin embargo, revisó fuertemente al alza el crecimiento del primer trimestre, inicialmente anunciado en 0.2 por ciento. Así, este ajuste de una magnitud inusual «hace cada vez más difícil una apreciación del crecimiento en 2022», observa Jens Oliver Niklasch, del banco LBBW.
La guerra en Ucrania puso fin al fuerte repunte de la economía iniciado hace un año, después de la recesión histórica provocada por la pandemia en 2020.
La inflación de los precios de la energía que provocó perjudica especialmente a la poderosa industria alemana. A ello se añade el impacto de la política de Pekín contra el Covid-19, que generó confinamientos y cierres de fábricas en China, primer socio comercial de Alemania.
Las empresas exportadoras, pilares del modelo alemán, se ven particularmente afectadas, en particular el sector privado del automóvil de componentes esenciales.
Desde la primavera boreal, Berlín espera un aumento del PIB del 2.2% este año, frente al 1.9% previsto en junio por el Banco Federal (Bundesbank).
No obstante, el riesgo energético es alto, y una interrupción del suministro de gas ruso a Europa reduciría el valor del PIB alemán 1.5% en 2022 y 2.7% en 2023, según el Fondo Monetario Internacional.