Estamos volando a ciegas, sin indicadores para la toma de decisiones. Es urgente retomar la confianza de los mercados y dejar de lado las promesas” para detonar la inversión y el crecimiento de la economía, afirma Oswaldo Reyes
Agustín Vargas
Con un escenario verdaderamente complicado a nivel mundial, la economía mexicana está totalmente sustraída y segregada; se posiciona ya en la antesala de la recesión, lo cual se observa ya en los Estados Unidos y Europa está por el mismo camino.
En estos momentos, advierte el economista Oswaldo Reyes, “estamos volando a ciegas, sin indicadores para la toma de decisiones. Es urgente retomar la confianza de los mercados y dejar de lado las promesas”.
En entrevista, el especialista, asesor empresarial en México, Estados Unidos y Canadá, precisa que la economía mexicana atraviesa por un momento inédito, pues se nos juntan elementos que no se habían visto en las anteriores crisis, como la depresión mundial, con la guerra en Ucrania y el hecho de que la propia Rusia esté ganando dinero en medio del conflicto armando, como si éste no existiera.
“Es algo atípico en una situación de crisis mundial, con un severo desabastecimiento diversos componentes para la industria y de alimentos y otras materias primas”, asevera el también doctor en Derecho, especialista en temas fiscales y monetarios.
Considera que lo que viene para Europa en el invierno es el punto que nos indicará qué tanto tiempo nos llevara recuperarnos a nivel mundial y, sobre todo, cuál será el desenlace de esta crisis, que nada tiene de parecido con otras que se han visto en años anteriores.
Advierte que si la crisis económica y financiera se prolonga existe el riesgo de que la Unión Europea comience a desintegrarse si algunos países deciden ya no seguir subsidiando a las economías de las otras naciones, porque ya no aguantarían más pérdidas y otorgar subsidios a la Unión.
Destaca que el escenario es complicado, con indicadores reales de recesión en algunos países. En Estados Unidos ya comenzó y México está apuntando hacia allá, dice.
¿Estos elementos externos tienen a México contra la pared, pero a nivel interno cuáles son los que afectan aún más a la economía mexicana?
Comenta que la posición geográfica de México es maravillosa y muy poderosa, con litorales por todos lados, yacimientos petroleros y otros recursos naturales que lo sustentan.
El problema aquí es más político, dice, porque el sistema presidencialista ya no da para más, está en decadencia. Necesitamos otra forma de administración. Está fallando el Poder Legislativo, el sistema judicial, la administración de justicia, la persecución de los delitos.
“El sistema se quebró hace mucho tiempo, ahora ya casi no se respetan los derechos que establece la Constitución. Es una suma de muchas cosas, incluido el dispendio de recursos”, afirma.
“Lo que más me inquieta es qué se hará en los siguientes dos años. En estos momentos realmente no tenemos indicadores para poder tomar decisiones sobre inversiones y el desarrollo de la economía. Por ende el empresario no invierte, porque no puede irse a la aventura de invertir cuando no puede ver como se recupera su inversión”.
Agrega que un en un escenario conservador si alguien dice que invertirá porque en tres años ve de retorno su inversión, ese tiempo se puede convertir en cinco años y en un escenario caótico como el actual, se pueden volver siete años.
Afirma que las expectativas son sumamente complicadas y también dependerá de quien sea el próximo presidente de México.
“Con base en eso se verá cuál será la política que tendremos de aquí el 2030. Puede ser que tengamos otros seis años, no de lo mismo, sino de que no podrán enderezar el barco e iremos navegando de “muertito” hasta que se den otra vez ciertas condiciones para invertir”.
Cuáles serían las recomendaciones para quien suceda en la Presidencia al actual mandatario?
Primero, recuperar la confianza del mercado y de los empresarios, hacer a un lado la promesa y ese presidencialismo que nos rigió en los años setentas, en donde los gobernantes acumularon tanto poder.
“Hay que partir de la base de que la gente realmente quiera participar en el cambio verdadero, volver a construir económicamente a México, trabajar con planes concretos y realistas; volver al desarrollo regional, con eso puede comenzar a repuntar la economía”, dice.
Segundo, se tiene que cambiar la dinámica de los impuestos porque, afirma, la actual tributación está en decadencia y no se contribuye de la misma manera.
“Es urgente hacer una mejor redistribución de los impuestos y mejorar la seguridad social. En estos momentos, por ejemplo, de cada peso que entra por recaudación, casi el 60% se va a cubrir deuda, buena parte de ella la de Pemex”
Eso no puede seguir así porque de lo contrario, advierte, sucederá lo que en España, que por cada peso que recauda debe 120%. Eso es una quiebra técnica en toda la extensión de la palabra, afirma.
“Uno de los errores más graves de este gobierno, es no entender que el dinero tiene un costo financiero de operación y eso cuando lo entienda va a cambiar todo”, enfatizó Oswaldo Reyes, quien además es experto consultor en Blockchain y Bitcoin, así como en Regulación Legal de Blockchain y Fintech.