- Adán Augusto escudero de Claudia Sheinbaum
- Ebrard se anota punto con visita de Blinken
- El canciller y la distención entre AMLO y Biden
Juan Barrera Barrera
Hay quienes ven en la figura del titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, a un fuerte aspirante a la candidatura presidencial por Morena, sin embargo, en los hechos se ha convertido en un escudero de Claudia Sheinbaum, cuya labor principal es atajar el crecimiento de Marcelo Ebrard en la carrera hacia el 2024.
Ha corrido la especie de que el responsable de la política interna asegura en círculos privados que el jefe de la diplomacia mexicana es el candidato que apoyarían los Estados Unidos, esto un tanto para restarle credibilidad ante el electorado y oponerlo a la imagen nacionalista de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Incluso se le relaciona con personajes de administraciones priístas y panistas, y su pasado mismo, especialmente en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, siempre ligado estrechamente al finado Manuel Camacho Solís, quien rompió con el ex presidente y con el PRI por el asunto de la sucesión residencial, decisión que favoreció a Luis Donaldo Colosio.
Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum son los más valorados en las encuestas. El canciller este fin de semana arreció su precampaña a nivel nacional en la que mostró su capacidad de convocatoria con un video en las redes sociales con el #ConMarcelosí, acción que se le atribuye a la organización Movimiento Jalisco Progresista Jalisco.
El canciller avanza en lo interno y externo
Al siguiente día sumó más puntos a su haber con la visita importante de su homólogo estadounidense, Antony Blinken, y de la secretaria de Comercio Gina Raimondo, realizada este lunes en Palacio Nacional.
En el marco del diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos, el secretario de Estado estadounidense vino a invitar a México a ser parte de un proyecto de inversiones que el gobierno de Washington acaba de anunciar para producir semiconductores e impulsar la electromovilidad.
El titular de Relacione Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, que estuvo presente en la reunión, así como el de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, consideró que “en esencia hubo cosas buenas para México, por la invitación de Estados Unidos a nuestro país al nuevo paquete de inversiones”.
Un sector de la opinión pública, desde su perspectiva, percibía que Blinken vendría a tratar el asunto de los energéticos y las controversias que las reformas del gobierno de la Cuarta Transformación han generado por el alto contenido soberanista que provocaron protestas de inversionistas estadounidenses porque vieron afectados sus intereses.
Sin embargo, a Estados Unidos le urge sacar a sus empresas de Asia y de Europa Central por su conflicto comercial con China, la segunda economía del mundo y tenerlas geográficamente lo más cercano posible y el territorio mexicano es el más propicio para sus intereses geoestratégicos.
Marcelo buen negociador con Estados Unidos
Es de recordar que las tensiones diplomáticas se habían extrapolado por la forma, se queja el presidente López Obrador, en que el gobierno de Washington le había cuestionado a México por el manejo de su política energética, lo que encendió la mecha nacionalista del mandatario mexicano que había anunciado un discurso fuerte sobre la soberanía de los hidrocarburos el día del Grito de la Independencia de México.
Sin embargo, AMLO dio un giro debido a una carta que Joe Biden le envió en la que el presidente estadounidense modera el tono y reafirma su respeto a la soberanía mexicana, por lo que se sintió satisfecho y decidió cambiar el discurso sobre soberanía energética por el de la paz mundial para detener la guerra Rusia Ucrania.
De alguna manera la tensión entre ambos gobiernos se reduce sensiblemente y seguramente al canciller se le reconocerá el papel que ha jugado para distender la confrontación que no conviene a ninguno de los dos países a pesar de que los intereses de cada uno son diametralmente distintos por ser naciones muy asimétricas.
Los enemigos de Ebrard Casaubón, sin embargo, con toda certeza reforzarán sus ataques y seguirán alimentando las mentiras de que un candidato apoyado por el “Tío Sam” no le conviene a México y contraviene los principios de Morena.
En estas semanas por venir el jefe de la diplomacia mexicana se dará un baño de diplomacia internacional, pues tiene en su agenda llevar la representación del gobierno de México a los funerales de la reina Isabel II, el diálogo de seguridad en Washington, en octubre, y luego, en diciembre, la cumbre de los líderes de América del Norte.
