La atención completa de los mercados financieros estará concentrada en la reunión de política monetaria de la Fed.
La inflación de EUA habría tocado techo en julio, pero los precios no se han moderado en agosto tal y como esperaba el mercado.
La inflación obstinadamente alta ha llevado a los inversionistas a temer que la Reserva Federal sea más agresiva con sus aumentos de tasas. Por momentos hubo caídas robustas en precios de activos. Los mercados financieros inician la semana todavía tratando de encontrar su equilibrio y buscado reponerse de esos retrocesos.
Como es una costumbre, el operador especula con pocas observaciones un posible comportamiento de un indicador, en este caso la inflación. La fuerte moderación observada en julio provocó apuestas de que se mantendría en agosto, por eso la decepción final entre los inversionistas.
Existe una falsa creencia de que la inflación convergerá de forma lineal, en determinado momento, a la tasa objetivo de la Fed. La realidad es que será con altibajos, desigual entre el índice general y subyacente, y de forma muy lenta.
Incluso, el rubro subyacente por el tema de los costos de alquiler, los cuales representan el 40% de dicho rubro y dado que en promedio los propietarios de viviendas retrasan los aumentos de precios entre 12 y 18 meses, podría seguir subiendo hasta por los próximos cinco meses, lo que enviaría señales de unos precios fuera de control.
El mercado parece ya haber comprado la idea de que es necesario subir tasas de interés para controlar la inflación. Están conscientes del impacto negativo que estas acciones tienen en el desempeño económico, pero se considera que hasta cierto punto una recesión económica sería un mal necesario para corregir el espiral alcista de precios.
Lo que sigue traduciéndose en fuertes episodios de volatilidad, como lo acontecido en la semana pasada, es el hecho de que todavía se especula con lograr un aterrizaje suave o en el peor de los casos una recesión de corto plazo y alcance limitado, por lo que la necesidad de un endurecimiento mayor podría provocar una fuerte recesión.
Conviene recordar que la política monetaria funciona con un retraso de 6 a 12 meses. Para algunos operadores las condiciones financieras ya se han endurecido lo suficiente en la economía de EUA como para provocar una recesión superficial a finales de este año o principios del próximo. Si las subidas de tasas son de mayor magnitud y se mantiene en niveles altos por un mayor tiempo, difícilmente la economía.
Bajo ese escenario se reúne esta semana la Fed. El miércoles 21 de septiembre a la 1pm publican su comunicado con la decisión sobre la tasa de fondeo, así como las nuevas estimaciones económicas-financieras de 2022 y próximos años. Posteriormente, a la 1.30pm su presidente Jerome Powell ofrece una conferencia de prensa para ahondar en los resultados.
En este escenario, el consenso de mercado ha descontado ya en su totalidad que la Fed subirá la tasa de referencia en 75 puntos base, esto a pesar de que en los últimos días aumentaron las apuestas de un alza de 1%.
Además de la decisión sobre las tasas, la Fed actualizará sus previsiones económicas y financieras. Dada las condiciones actuales, el mercado descuenta una revisión al alza de la inflación y una rebaja de las perspectivas de crecimiento.
Más interesante que el escenario macroeconómico que esperan para los próximos meses, la atención la centrará el diagrama de puntos (el dot plot). En junio pasado, 11 consejeros situaron las tasas en el 3.5% a medio plazo. Con los últimos datos sobre la mesa, el mercado ha empezado a poner en precio la posibilidad de que las tasas repunten al entorno del 4.25% – 4.50%.
En ese sentido, consideramos que la Fed sí revisaría al alza sus nuevas estimaciones de tasa de fondeo para cierre de 2022 y próximos años. Sin embargo, estos ajustes serían menores que los actualmente pronostican en el mercado.
En la conferencia de prensa, como ya se pudo ver en el simposio de Jackson Hole Powell reiterará su mensaje hawkish de que el endurecimiento monetario no cesará hasta que el trabajo de controlar la inflación se haya logrado, por lo que continuarán siendo implacables en la lucha contra el control de precios.
De confirmarse esta expectativa, puede haber otro rally positivo, de corto plazo, en los activos de mayor riesgo. En el caso del peso mexicano, sería suficiente para que la moneda vuelva a consolidarse por debajo de $20.0 spot.