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Pidiregas zedillistas operados por la 4T

Norberto Vázquez

Creados por Luis Téllez, los Pidiregas han sido operados durante cuatro sexenios cuyas deudas están afectando las finanzas públicas

No se trata de alarmar a un país, ya de por si, plagado de malas noticias. Pero de acuerdo a la Dirección Corporativa de Finanzas y a la Subdirección de Operación Financiera Gerencia de Créditos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la deuda de los Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas) a marzo de 2022, suman 13 mil 981 millones de dólares por pagar hacia el año 2026.

Un modelo de contratación de deuda para proyectos energéticos y petroleros, ideados por el régimen “neoliberal” del entonces secretario de Energía, Luis Téllez en el sexenio de Ernesto Zedillo, siguen creciendo como una burbuja de endeudamiento, que ni Manuel Barttlet, titular de CFE, ni Rocío Nahle, secretaria de Energía, han movido un dedo para frenar este modelo.

Vayamos por partes. El 21 de diciembre de 1995 fueron reformadas, la Ley General de Deuda Pública y la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal y con estas modificaciones quedó determinado el marco legal para la realización de proyectos de infraestructura productiva de largo plazo, a los que se llamó Pidiregas.

Consisten en un manejo contable, que considera como pasivo directo los montos de financiamiento a pagar durante el ejercicio anual corriente y el ejercicio siguiente. Lo demás es considerado pasivo contingente.

En la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal se estableció que, en la integración del Presupuesto de Egresos de cada año, debía darse prioridad a las obligaciones financieras derivadas de estos proyectos a largo plazo.

En 1996, el porcentaje inicial de inversión financiada fue del 4% contra el 95% de inversión presupuestaria, ya en 1997, con la incorporación de Pemex, la inversión financiada aumentó al 15% contra el 85% de la presupuestaria.

Estas inversiones se han incrementado desde su creación, a tal grado que en el año 2000, la inversión financiada fue del 56% y de inversión presupuestaria el 44 por ciento.

Este efecto se acentuó en el actual sexenio hasta alcanzar en 2004 una inversión financiada del 71% y la presupuestaria de 28 por ciento. Ello significó, que las aportaciones con recursos propios por parte del Gobierno Federal han sido muy reducidas, siendo el sector privado, a través de empresas trasnacionales, quien mediante estos esquemas sostiene la mayor parte de la inversión.

Eso ha provocado una demanda constante de recursos presupuestarios para cubrir las amortizaciones e intereses que se generan año con año hasta el vencimiento de los contratos.

De 1999 a 2005 el incremento significó pasar de mil 459 millones de pesos a 65 mil 590 millones. Es decir, se incrementó 44 veces.

En el Presupuesto de Egreso de la Federación 2023, en el “universo Pidiregas” y en relación con los proyectos de inversión directa y condicionada, el momento total aprobado es de 908 mil 037 millones 662 mil 586 pesos para desahogar proyectos bajo este esquema zedillista.

Además, de los inversores nacionales y extranjeros, así como el monto total de sus adeudos por estos proyectos financiados bajo este mecanismo, se desconocen, debido a que se registran contablemente, conforme a criterios de la Secretaría de Hacienda, solamente los pasivos cuyo vencimiento corresponde al presente y al siguiente año.

Esto definitivamente es un problema financiero que se ha denunciado desde hace 20 años, y hoy la 4T, no ha dicho nada.

El esquema Pidiregas, es una irresponsabilidad que continua endeudando al país al grado que, ante la eventualidad de una crisis económica, y considerando las crecientes sumas de recursos financieros que requerirá el Gobierno Federal para cubrir los enormes adeudos (cancelación aeropuerto, Tren Maya, Dos Bocas, indemnizaciones por al controversias del T-MEC, etc), representaría una amenaza para las finanzas públicas de México.

Barttlet, se ha erigido como el defensor y paladín de la inversión extranjera, ¿por qué no ha dicho nada? Con los Pidiregas la iniciativa privada financia el sector energético casi al 100% con este tipo de proyectos, aceptando todas las condiciones que impongan estos acreedores.
Como siempre, el riesgo para los participantes o empresas privadas que realizan estos proyectos son prácticamente de cero, el gobierno mexicano, es el que asume todos los costos. Sería bueno, que alguien lleve el tema a la mañanera.