- Los republicanos no arrasaron, ni fue la debacle demócrata
- Ron DeSantis, listo para disputar candidatura a Trump
- Biden hace de la derrota un triunfo y va por reelección
Juan Barrera Barrera
Los resultados de las elecciones de medio mandato en los Estados Unidos hicieron fallar las proyecciones que daban por un hecho que el país del norte se pintaría de color rojo totalmente, Ron DeSantis se convierte en la figura del Partido Republicano, Donald Trump aplaza el anuncio de su candidatura a la presidencia para el 2024 y Joe Biden convierte de la derrota un triunfo.
Este martes no hubo ni tsunami, ni ola roja, como preveía el Partido Republicano que pronosticaba un triunfo aplastante. Aunque la elección no está definida, es casi un hecho que el Partido Demócrata perderá el control de la Cámara de Representantes y la de Senadores está todavía muy reñida, ya que el partido rojo se han adjudica 49 asientos y los azules 48. Quedan tres senadurías pendientes.
El presidente Joe Biden ya da por hecho que su partido cederá la Cámara Baja (los republicanos han ganado 211 escaños, mientras los demócratas 198, faltan por contabilizar 26 distritos en los cuales va adelante la oposición), ya que aseguró que está dispuesto a negociar con la nueva mayoría republicana, (se requiere de 218 escaños para controlar ese espacio legislativo), para sacar adelante la agenda de los próximos dos años, tras los resultados de las elecciones intermedias. El mandatario estadounidense calificó la elección como “un buen día para la democracia”.
Qué se jugaba en estos comicios: la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 35 de los 100 senadores; 36 gubernaturas y muchos cargos públicos municipales, estatales y federales. En algunos estados el tema del aborto motivo el voto para los demócratas; en otros, como Texas, el migratorio favoreció a los republicanos.
El tema de la crisis económica y la inflación no tuvo el impacto negativo esperado para el partido del presidente, ni su baja popularidad.
La elección intermedia fue un triunfo raquítico para el Partido Republicano, en la que destaca la perdida de varios candidatos impuestos por Donald Trump al Republicano, quien con su cinismo que le caracteriza afirmó que si sus propuestas ganan el crédito será para él y si pierden será responsabilidad de ellos.
DeSantis, la figura republicana y ya mira al 2024
En la elección para gobernadores destaca la reelección de Ron DeSantis en La Florida, quien obtuvo un triunfo bastante holgado y de paso fortaleció su posición política como fuerte precandidato a la presidencia de los Estados Unidos frente a la figura cuestionada de Donald Trump, quien anunciará la próxima semana su tercera candidatura presidencial.
DeSantis ya es una alternativa para sustituir al ex presidente racista. El gobernador floridense es considerado un conservador que a pesar de haber sido impulsado por Donald Trump, ha marcado distancia de éste y con su triunfo se apresta a formar una nueva corriente interna que pueda desplazar o atraer a bases extremistas, que a fin de cuentas el gobernador goza de un talante muy similar al del ex presidente.
El magnate inmobiliario ha exhibido cierto temor por la sombra que le pudiera causar el crecimiento de la figura de DeSantis por su contundente triunfo (60% de la votación contra 40% de su contendiente demócrata) en sus aspiraciones a presentarse como candidato único a las presidenciales del 2024.
Trump recordó que en los comicios del 2020 él consiguió en Florida un millón cien mil votos más que el gobernador reelecto en la jornada del martes, ya que el triunfo de Ron DeSantis lo posiciona como un serio aspirante de la candidatura republicana por la carrera presidencial. Ambos podrían enfrentarse en una primaria de su partido.
A Donald Trump no le fue muy bien porque varios candidatos a gobernadores que apoyó perdieron la elección (Pensilvania, Michigan y Maryland) y el tsunami rojo que publicitaba nunca llegó, pero sí dejo dudas sobre su imagen de triunfador. Trump quedó mal ante sus bases supremacistas y la militancia republicana tradicional. Al cierre de esta nota, el Partido Republicano ganaba 24 estados de 36 en juego.
En Georgia, a pesar de que el Partido Republicano ganó la gobernación, habrá segunda vuelta para senadores el 6 de diciembre, ya que ningún candidato logró el 50% de la votación; en Arizona el candidato demócrata Mark Kelly va ligeramente arriba del republicano Blake Masters, que tiene el respaldo de Trump; y en Nevada puntea la formación republicana con Adam Laxalt. El resultado podría tardar en darse a conocer en unos seis días.
Biden y Trump siguen en la carrera presidencial
Trump aún espera la resolución de la justicia estadounidense por la investigación que el Senado lleva a cabo por su presunta responsabilidad en el caso de la toma violenta del Capitolio en Washington el 6 de enero del 2020, en la que sus bases extremistas pretendían impedir que se reconociera el triunfo de Joe Biden. De resultar culpable el ex presidente estaría inhabilitado para postularse a cualquier cargo de elección popular.
Para muchos republicanos es el momento de distanciarse de la figura de Donald Trump, como la gobernadora de Virginia, que a pesar de ser trumpista, evitó hacer campaña en compañía de su mentor político que se ha convertido en un personaje totalmente tóxico.
Las elecciones de mitad de periodo son consideradas en los Estados Unidos como un referendo a la gestión del presidente. A pesar de los resultados que no le favorecieron al partido del mandatario, Joe Biden se ha mostrado satisfecho porque “logramos un resultado que nadie había imaginado”, así justificó que su partido no haya tenido una derrota abrumadora y por tal motivo renacen sus aspiraciones reeleccionistas.