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Glifosato, la batalla de AMLO contra Bayer-Monsanto

Norberto Vázquez

La 4T anunció que prohibirá el herbicida glifosato gradualmente hasta el 31 de enero de 2024 y la firma ejerce presión legal sobre esta posible prohibición

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció hace dos años mediante un decreto que prohibirá el herbicida glifosato gradualmente hasta el 31 de enero de 2024. El glifosato está calificado desde 2015 como “probablemente cancerígeno para los humanos”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero todavía es el pesticida más utilizado del mundo.

Al respecto, Bayer-Monsanto, la mayor fabricante global de este herbicida no ha tenido empacho de mover su área legal para presionar al Estado mexicano.

Cabe destacar que a principios de 2022, a partir de una solicitud de transparencia se detectaron correos electrónicos intercambiados entre colaboradores de Bayer y funcionarios de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), relacionados con el decreto presidencial aprobado en México, que disminuye gradualmente el uso de glifosato y prohíbe la importación de grano de maíz genéticamente modificado al país. Es decir, la multinacional de las industrias agroalimentaria y farmacéutica busca apoyo del gobierno norteamericano.

Esto no sorprende. Las actividades de cabildeo al más alto nivel son parte del proceso democrático para toda empresa privada, cuando se llevan a cabo de acuerdo con las normas legales y éticas.

Pero históricamente, Bayer México no se ha conducido siempre con estricto respeto y apego a las leyes y normas que rigen sus operaciones en el país. Muestra de ello, fue el fallo judicial que se dio a conocer hace unos meses que niega la suspensión definitiva —paralelamente al juicio de amparo promovido en contra el decreto presidencial que plantea la disminución gradual del uso de glifosato— que prohibía la importación de grano de maíz genéticamente modificado.

A nivel global, las principales agencias reguladoras de la salud de todo el mundo han apoyado a Bayer diciendo que sus productos a base de glifosato se pueden usar de manera segura según las instrucciones y que no es cancerígeno. Habrá que preguntarle a las decenas de campesinos en Estados Unido y México, que dicen lo contrario.

Para el 21 de octubre de 2021, las organizaciones Greenpeace y el Centro Mexicano de Derechos Ambiental presentaron una denuncia antes la Procuraduría Federal del Protección al Ambiente (Profepa) y el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) por la siembra de maíz y soya “probablemente transgénicos” en estados del sureste mexicano.

La denuncia que es respaldada por las asociaciones Indignación y la Alianza Kabnalo´on, urgen a las autoridades a actuar en el asunto, así como la aplicación del decreto presidencial que prohíbe el maíz transgénico y el glifosato al 2024.

El problema está en el tintero. El fallo en favor de Bayer-Monsanto por parte del juez Francisco Javier Rebolledo, ha mantenido en lucha a diversas organizaciones que integran la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País que piden al juzgador rectificar su decisión en la resolución definitiva.

El asunto es que la suspensión judicial atenta contra el interés general, los derechos humanos a un ambiente sano, a la biodiversidad, a la salud y a una alimentación sana, y por el contrario, privilegia los intereses particulares de Bayer-Monsanto.

Además, según científicos mexicanos, la tolerancia al glifosato no aumenta el rendimiento de los cultivos, si no que los debilita y los hace más vulnerables a las plagas.

Veremos cómo avanza el caso hacia el 2024, con un presidente que fija posturas y las cumple (no se si para bien o para mal). Si dice que la prohibición va, es que va. Por su parte, Bayer está haciendo lobbying al más alto nivel dentro del gobierno de la Unión Americana. Está siendo silencioso.

El glifosato es el principal activo de Bayer y el motivo por el cual compró a la firma Monsanto. Entre 1974 y el año 2000, Monsanto sostuvo la patente en todo el mundo, y posteriormente a ello ya en ciertas regiones se ha podido comercializar con otras marcas aunque en el mercado mundial la fórmula del glifosato es la primera en ventas. Veremos pues, quién cede. La batalla AMLO, Bayer está en la arena de las relaciones bilaterales México-Estados Unidos.