Prometeo

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Reflexiones de negocio para 2023

Mario Sandoval

La visión de SHCP, pronostica un 3.3% del PIB para el próximo año, contrastando con lo que señala Banco de México, la OCDE o algunos especialistas del sector privado que lo ubican en 1.6%, máximo 1.8%; sin duda el tema en USA afecta por su desempeño económico y en especial a las alzas de las tasas de interés, lo cual limita un arranque y mejor desempeño.

Hasta ahora Banco de México ha replicado los incrementos en tasa de interés 28 días TIIE al 10.71% y los cetes 28 días a 9.80%, como forma de amortiguar la inflación. Esto ha reflejado menor oferta de crédito productivo, el sector financiero se ha tenido que replegar ante incrementos en la cartera vencida en especial en el sector especializado.

Por lo que en el año 2023 se deberá hacer énfasis en la administración de portafolios del sector financiero, separando el negocio bueno y el negocio malo, a efecto de no afectar liquidez inmediata. Más si tomamos en cuenta el deficiente desempeño procesal en tiempos y resoluciones del poder judicial, que reflejan una fuerte carga económica a los contribuyentes y de larga incertidumbre en los asuntos civiles y mercantiles.

La inflación ya muestra una tendencia a la baja con un último reporte de 7.80% anualizado, por lo que al parecer se busca contener el problema con una tasa alta, al igual que la oferta de crédito productivo, el objetivo de Banco de México es cerrar el 2023 con 5.10% de inflación. El tipo de cambio sigue promediando los 20 pesos y es parte de la fortaleza de contar con cerca de 200 mil millones de dólares en reservas, que le dan estabilidad al peso mexicano.

La alta dependencia de la actividad económica de USA nos afecta o beneficia según la situación, algunos líderes empresariales de aquel país hablaron de reconocer la recesión, sin embargo, la Reserva Federal ha manifestado que no se trata de ello y que, si bien tiene efectos de corto plazo, están en el camino correcto para bajar inflación y no entrar en recesión.

El incremento en su tasa de referencia afecta a los países más endeudados, por el mayor pago de intereses, es por ello que no nos conviene una recesión en los USA. Pues ello afecta el empleo y el consumo, por la disminución de la actividad económica y en nuestro caso más complejo al ser el principal socio comercial.

México cuenta hoy con la ventaja de su logística geográfica, por lo que el nearshoring es una oportunidad de mayor producción en México, pues acorta la distancia de cadenas de suministro y hacerlas más fuertes ante eventos bélicos. Esto apoya también a los USA por la cercanía y relación bilateral comercial.

Ahora bien, no será un camino de vino y rosas pues deben resolverse las controversias en el corto plazo en materia energética y eléctrica, incluido el maíz, ello es fundamental para el nearshoring y la inversión en Mexico. Si bien hay que defender de abusos previos en las negociaciones y de mantener la patriótica ilusión de auto dependencia agroalimentaria, estando en ligas mayores se debe tener apertura y diálogo en una negociación positiva y exitosa en este 2023. Más nos vale.

Al ciudadano de a pie, la recesión le afecta con menos ingresos y menos calidad de vida, más desempleo, más informalidad y en consecuencia inestabilidad económica. Considero que la Reserva Federal en USA está muy consciente de ello, pues aparte tiene el propósito de generar empleo y no solo contener inflación.

Banco de Mexico no cuenta con esa responsabilidad y ello limita acciones de mayor recuperación económica. El legislativo no le dio esa función, la cual no se interpreta tampoco de manera precisa y clara en la Secretaría de Economía o del Trabajo. La pregunta ¿quién es responsable de generar empleos formales en todas las áreas y niveles en Mexico?

Debe haber un área o dependencia responsable y medirlo por ello, es integrar la formalidad y disminuir la informalidad que se ubica en 6 de cada 10 empleos. Para darnos una idea el empleo informal en China es de 3 de cada 10 empleos. Somos uno de los países con mayor informalidad laboral y no se observa voluntad política para resolver un problema generado en alta escala hace más de 40 años.

El crédito no ha fluido al sector productivo (agro negocios y Pymes), queda muy reducido tiempo en materia de detonar crédito productivo a este gobierno, si este país busca crecer cada año a niveles superiores del 4% del PIB anual de manera sostenida cuando menos, debe reactivar su mercado interno y para ello necesita que la Banca de Desarrollo y el sector financiero privado sean detonadores activos. Este debería ser un reto transexenal, donde los tres poderes deben tener claro que el ciclo de los negocios debe tener certidumbre jurídica, mercantil y fiscal.

El Presidente López Obrador, ha atendido temas socioeconómicos de los grupos vulnerables y eso le ha valido críticas, pero también un alto apoyo popular y estabilidad, sin embargo no ha tenido esa misma orientación para detonar una actividad emprendedora en cada región, no dadivas o subsidios mal enfocados, sino a estructurar apoyos financieros adecuados, procesos legales agiles y promover los beneficios de la formalidad laboral en el sector privado.

Su equipo debe aportar ideas y propuestas sensatas y logrables en materia económica, fiscal y financiera para aprovechar los tratados comerciales de exportación y fortalecer el consumo interno con productos nacionales. El micro, pequeño y mediano empresario mexicano, puede ser solución si se canaliza correctamente y fomentamos la cultura empresarial positiva.

Estamos a menos de dos años de que concluya esta administración, los resultados macroeconómicos, dan estabilidad y confirman el rumbo, el no endeudamiento excesivo por rescates públicos, canalizar recursos a temas productivos no especulativos, desarrollar el crecimiento orgánico regional, fortalecer el estado de derecho con mejores tiempos procesales y tener una sana competitividad en el sector público y el sector privado.

¡Felicidades en esta Navidad!