El BCE carga contra las apuestas de menores alzas de tasas

"Les invitaría a revisar sus posiciones", dijo Christine Lagarde durante una mesa redonda en Davos, Suiza

131

Fráncfort.- El Banco Central Europeo cargó el jueves contra las apuestas del mercado de que ralentizará el ritmo de subidas de las tasas de interés ante la reciente desaceleración de la inflación y la menor presión para seguir el ritmo de otros bancos centrales.

Los operadores recortaron en fecha reciente sus expectativas sobre cuánto aumentará el BCE los costos de endeudamiento, alentados por datos que mostraron una menor inflación tanto en la zona euro como en Estados Unidos y por rumores de menores subidas por parte de la Reserva Federal estadounidense.

No obstante, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y su colega Klaas Knot afirmaron que los inversores están subestimando la determinación de la entidad para volver a situar la inflación de la zona euro, formada por 20 países, en el objetivo del 2%, frente al 9,2% del mes pasado.

«Les invitaría a revisar sus posiciones», dijo Lagarde durante una mesa redonda en Davos, Suiza. «Creo que harían bien en hacerlo».

Los mercados esperaban que la tasa de depósito del 2% del BCE se situara en torno al 3,2% para el verano boreal, lo que supondría una fuerte rebaja respecto a los niveles cercanos al 3,5% previstos a principios de año.

Mientras que la subida de 50 puntos básicos para febrero estaba totalmente descontada, los mercados oscilaban entre 25 y 50 puntos básicos para la reunión de marzo.

El jefe del banco central holandés, Knot, considerado un halcón de la política monetaria, dijo que los recientes movimientos del mercado no son «compatibles con un retorno oportuno de la inflación hacia el 2%» y que el BCE seguirá elevando las tasas al ritmo actual.

«La mayor parte del terreno que tenemos que cubrir lo haremos a un ritmo constante de múltiples subidas de 50 puntos básicos», declaró Knot a la CNBC.

Las minutas de la reunión del BCE del 15 de diciembre, publicadas el jueves, mostraron el difícil compromiso alcanzado por los responsables políticos, que acordaron ralentizar el ritmo de subidas de 75 a 50 puntos básicos a cambio de un compromiso de varias alzas de tasas de la misma cuantía.

La inflación en la zona euro se ha disparado en los últimos 18 meses, impulsada por una combinación de factores que incluyen una reapertura desigual de la economía mundial tras la pandemia del COVID-19 y un salto en los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.

El crecimiento de los precios alcanzó un máximo del 10,6% en octubre, tendiendo a la baja desde entonces gracias en gran medida a las subvenciones y al descenso de los precios de la energía.