Política Global

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  • Contenderá solo Armando Guadiana para la gubernatura
  • No fue Monreal, la ruptura fue de Mejía Berdeja
  • Favorable el escenario político al PRI en Coahuila ¿fue un pacto?

Juan Barrera Barrera

Durante un largo periodo el senador Ricardo Monreal y el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvieron un episodio ríspido a tal grado que el senador zacatecano había manejado la posibilidad de dejar al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del que fue fundador, este diciembre, luego de cantar “Diciembre me gusto pa que te vayas”.

Parecía que su estancia en el partido oficial era insostenible por los constantes ataques y presiones para que abandonara el barco eran insistentes. Un importante sector del morenismo lo consideraba como un factor de ruptura, por eso se le exigía irse, más por el choque frontal que guarda con la aspirante favorita del mandatario, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

Se queda Monreal, pero se va Mejía Berdeja

Es una realidad que el diálogo entre el coordinador de los senadores del partido guinda con el huésped de Palacio Nacional está roto. Monreal nadaba con una piedra muy pesada en las aguas turbias de su partido. Se le acusaba de traidor al Presidente porque no apoyaba incondicionalmente las iniciativas presidenciables de reformas constitucionales.

Monreal Ávila cuidó muy bien las formas de no cuestionar la figura de López Obrador, por el contrario siempre expresó respeto y reconocimiento hacia su persona, pero el distanciamiento era público y sus seguidores querían al senador del lado de la oposición, puesto que el ex gobernador de Zacatecas jugaba con un posible plan “B” de negociación con los partidos opositores en caso de que no ver cumplido su deseo de ser abanderado por Morena en la presidencial de 2024.

Pero el juego terminó. Los amagos de abandonar la casa terminaron y diciembre le sirvió al senador para reflexionar, trajo paz y tregua interna, por ahora, y la ruptura que muchos deseaban se conjuró, de tal suerte que Ricardo Monreal seguirá vistiendo la camiseta guinda. El zacatecano es un político muy experimentado y valoró concienzudamente los pros y contras en caso de aventurarse por otra opción política.

¿Hubo un acuerdo, una negociación para evitar una acción rupturista? Sí, es muy posible. Aunque nadie es indispensable, pero el senador tiene una fuerte presencia en las filas de Morena y muy buenas relaciones con los partidos de la oposición. Mario Delgado, a petición de AMLO, ya lo incluyó como la cuarta corcholata en un documento que envió a los gobernadores de su partido para que les den un buen trato a todos los aspirantes que visiten sus entidades. López Obrador propuso que incluyeran a más aspirantes en esa lista.

La ruptura fue de Mejía Berdeja

La ruptura no vino de Monreal, sino del subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, a quien la encuesta para de designar candidato a la gubernatura del estado de Coahuila no le favoreció y su inconformidad llegó a tal grado de cuestionar la veracidad del instrumento y por tanto no reconoció al triunfador, al senador Armando Guadiana Tijerina. Sin embargo, el presidente López Obrador, defiende el método, porque él lo introdujo y le dio el espaldarazo al “rey del carbón”, porque además asumió como una afrenta la renuncia de su ex colaborador que ni adiós le dijo, se quejó el mandatario.

Una vez más las encuestas, como método de selección interna de candidatos a cargos de elección popular en Morena se ponen en duda. Si bien las encuestas fueron pensadas como la mejor forma de evitar descontentos y conflictos entre los diversos jugadores a una candidatura, han arrojado más descontento que certeza por la opacidad que las envuelve y de paso golpea el proceso democrático interno del partido en el poder.

A ello se suma el hecho de que alguno de los y las aspirantes que se queden en el camino, sientan que fueron objeto de una injusticia, porque siempre estuvieron arriba en las encuestas de opinión, porque eran los mejores posicionados o por cualquier otro argumento y acusen favoritismos de la dirigencia del partido, como ha sido el caso Coahuila con Mejia Berdeja.

La declaración de Reyes Flores Hurtado, delegado del gobierno federal en Coahuila, quien también participó en la contienda interna quedando en cuarto lugar, es muy seria pues asegura que Guadiana Tijerina fue seleccionado en medio de un proceso desaseado, en “lo oscurito”. A través de un video (diario Reforma 17-01-2023) el funcionario federal afirma que la convocatoria para la selección de candidato de Morena se ocultó para permitir que solo se registrara Guadiana.

El rompimiento de Mejía Berdeja con Morena ha causado gran polémica al interior del partido oficial y del gobierno de la 4-T, porque de alguna manera ilustra un conflicto real en el seno de la formación guinda, que no solo se remite al método de selección de candidatos y a su dirigente nacional, Mario Delgado, sino que involucra a los partidos aliados en “Juntos Haremos Historia”, PT y PV.

El caso Coahuila ha generado un enfrentamiento muy ríspido y bochornoso entre Ricardo Mejía y Delgado Carrillo. El ex subsecretario de Seguridad Pública (conocido también por aparecer continuamente en las conferencias matutinas junto al presidente López Obrador) acusa al dirigente partidista de corrupto porque “se ha dedicado al mercadeo de las candidaturas, a tratar de colocar sus consultorías en los aspirantes”, y compara a Delgado con los Chuchos del PRD.

El contraataque de Mario Delgado fue mucho más visceral. Dijo que Ricardo Mejía muerde la mano que le da de comer y lo calificó de lamebotas de los Moreira. El aludido ex gobernador, Rubén Moreira, se sumó a los ataques contra el ex funcionario, quien había asegurado que en Coahuila prevalece el “moreirato”. El diputado priísta expuso “estos teatros de vez en cuando le sirven para posicionarse” y exigió que Mejía Berdeja aclare sus gastos de campaña.

La no alianza en Coahuila ¿es parte de un acuerdo con el PRI?

A diferencia del estado de México, en Coahuila se rompió la alianza “Juntos hacemos Historia”. Morena y Armando Guadiana irán solos en la elección de junio, sin sus socios políticos, el Partido del Trabajo, que postulará a Ricardo Mejía Berdeja; y el Partido Verde irá en alianza con una formación local, el Unidad Democrática de Coahuila.

Por qué la división en el estado norteño. Una hipótesis podría indicar que el PT está inconforme con Morena por no incluir entre las corcholatas al aguerrido diputado federal Gerardo Fernández Noroña que ha venido realizando una amplia campaña con recursos poco transparentes y algunas encuestas le otorgan un porcentaje considerable con respecto a los aspirantes mencionados por Andrés Manuel López Obrador. La salvedad es que el legislador no milita en Morena.

Una pregunta para Mejía Berdeja es por qué optó ser candidato por un partido que no figura en el escenario político estatal y sin expectativas reales. El ex funcionario no reflexionó en el mismo sentido que Monreal. Tal vez le hubiera convenido continuar en la administración federal. Pero entre sus argumentos dice que no le puede fallar al pueblo que confía en él para encabezar la transformación en su estado.

¿A qué partido o partidos le podría quitar votos la candidatura del PT? Lo más seguro es que a Guadiana Tijerina y a la coalición UDC-PVEM. Las estrellas se alinean en favor del candidato oficial PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez. Pero qué tal si el ex subsecretario da la sorpresa, el PT tendría argumentos sólidos para una mejor negociación de su adhesión a la coalición que lidera Morena en el 2024.

Otra hipótesis podría ser que Morena está pagando el favor al dirigente del PRI Alejandro Moreno que, según las grabaciones difundidas por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, se habría comprometido a evitar coaligarse con PAN y PRD en las elecciones de Quintana Roo para favorecer a la candidata de Morena, Mara Lezama, quien a la postre resultó ganadora.

Si el fracaso de la alianza Morena-PT-PVEM en Coahuilaes parte de una presunta negociación tras bambalinas, más tarde que temprano se sabrá.