Inflación en Japón se mantiene sobre el objetivo e índice clave sube con fuerza

La subida interanual del llamado índice "subyacente básico" fue la más rápida desde diciembre de 1981

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Tokio.- La inflación al consumo de Japón se mantuvo estable pero sobre el objetivo del banco central en marzo y un índice que excluye los costos del combustible aumentó al ritmo anual más rápido en cuatro décadas, según datos, lo que indica una mayor presión sobre los precios en la tercera mayor economía del mundo.

Los datos podrían mantener vivas las expectativas del mercado de que el Banco de Japón (BOJ) pueda retirar gradualmente a finales de este año un programa de estímulo masivo que ha suscitado críticas por distorsionar los mercados de bonos y aplastar los márgenes de las instituciones financieras.

El índice de precios al consumo (IPC) subyacente, que excluye los volátiles alimentos frescos pero incluye los costos energéticos, subió un 3,1% en marzo respecto del año anterior, según los datos del Gobierno, lo que coincidió con la previsión promedio del mercado.

Un aumento del 3,1% de febrero, que supuso una fuerte ralentización respecto al máximo de 41 años alcanzado de enero (4,2%), se debió en gran medida al efecto de las subvenciones del Gobierno para reducir las facturas de los servicios públicos domésticos.

Un índice que excluye el efecto de los alimentos frescos y la energía, y que es seguido de cerca por el Banco de Japón como un mejor indicador de las tendencias subyacentes, subió un 3,8% en marzo, desde el 3,5% de febrero, y se aceleró por décimo mes consecutivo.

La subida interanual del llamado índice «subyacente básico» fue la más rápida desde diciembre de 1981, cuando Japón experimentaba una burbuja en el valor de los activos.

La persistente subida de los precios mundiales de las materias primas ha empujado a muchas empresas japonesas, reacias durante mucho tiempo a subir los precios, a repercutir finalmente sus mayores costos a los consumidores, lo que ha elevado la inflación al consumo muy por encima del objetivo del 2% del Banco de Japón (BOJ).

Los responsables del BOJ, incluido su nuevo gobernador Kazuo Ueda, han prometido mantener una política monetaria ultra laxa hasta que haya más pruebas de que el aumento de la inflación es sostenible y está impulsado por una fuerte demanda en lugar de por presiones de la oferta.