BCE ralentiza las subidas de tipos, pero sugiere que habrá más

Los tipos de interés aún no son "suficientemente restrictivos" para reducir la inflación hasta el objetivo del 2% del BCE: Lagarde

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Fráncfort.- El Banco Central Europeo subió el jueves los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 3,25%, tal y como se esperaba, sugiriendo que continuará con el endurecimiento monetario en su lucha contra la inflación.

El banco central de los 20 países que comparten el euro ha elevado los costes de financiación en 375 puntos básicos desde el pasado mes de julio, con la pequeña subida de este mes añadiéndose a una serie sin precedentes de subidas de 75 y 50 puntos básicos.

La ligera reducción de la velocidad se produjo justo un día después de que la Reserva Federal de Estados Unidos también subiera su tipo de referencia en un cuarto de punto porcentual, dando a entender que podría ser el último de su propia serie histórica de subidas.

«No estamos haciendo una pausa, eso está muy claro», declaró en rueda de prensa la presidenta del BCE, Christine Lagarde. «Sabemos que tenemos más camino por recorrer».

Lagarde añadió que los tipos de interés aún no son «suficientemente restrictivos» para reducir la inflación hasta el objetivo del 2% del BCE, e hizo referencia a futuras «decisiones de política monetaria», sugiriendo que podría haber más de una subida de tipos por delante.

«Seguimos esperando que el BCE suba los tipos 25 puntos básicos en junio, situando el tipo de depósito en un máximo del 3,50%, con el riesgo de una última subida de 25 puntos básicos en julio, dependiendo de la evolución futura del sistema bancario estadounidense», declaró Frederik Ducrozet, de Pictet Wealth Management.

Lagarde afirmó que aún existen grandes riesgos al alza para la inflación, especialmente por una serie de acuerdos recientes en materia salarial y por los elevados márgenes de beneficios empresariales, añadiendo que las condiciones financieras aún no son lo suficientemente restrictivas.

NO DEPENDE DE LA FED

Lagarde también descartó la idea de que el BCE tendría que hacer una pausa si lo hiciera su homólogo estadounidense, afirmando que el BCE «no depende de la Fed».

Los mercados, que habían apostado por unos tipos máximos del 3,75% en septiembre, redujeron sus expectativas tras las palabras de Lagarde.

Los inversores ven ahora el tipo terminal del BCE en torno al 3,65%, lo que indica que una subida más está totalmente descontada, pero que hay división de opiniones sobre una segunda subida.

El euro cayó alrededor de un 0,5% tras la decisión del BCE, hasta 1,1003 dólares, mientras que los rendimientos soberanos de la eurozona bajaron. El rendimiento de la deuda alemana a 10 años, la referencia de la zona del euro, cayó hasta 7 puntos básicos, hasta un mínimo de un mes del 2,18%.

«En un guiño a los partidarios del endurecimiento monetario, el BCE aludió a ‘futuras decisiones’, en plural», dijo Holger Schmieding de Berenberg. «Esta orientación algo vaga apoya la idea de que el BCE probablemente volverá a subir los tipos en 25 puntos básicos el 15 de junio y el 27 de julio, hasta un tipo máximo de depósito del 3,75%».

La ralentización del ritmo de endurecimiento de la política monetaria del BCE se produce sólo unos días después de que los datos bancarios de la eurozona mostraran la mayor caída de la demanda de préstamos en más de una década.

Esto sugiere que las anteriores subidas de tipos se están transmitiendo «con fuerza» a la economía, aunque con los retrasos habituales, dijo el BCE, un comentario que diversos economistas tomaron como justificación clave para ralentizar el ritmo de subidas.

Además, la economía de la zona del euro apenas creció el trimestre pasado, cuando los bancos restringieron el acceso al crédito, lo que aumenta el riesgo de que esta tendencia se transforme en una contracción de los préstamos y lastre aún más el crecimiento.

La inflación subyacente de la eurozona también ha dejado de aumentar, al menos por el momento, mientras que la inflación de los alimentos también puede haber tocado techo.

El jueves, el BCE también dijo que a partir de julio dejará de reinvertir el efectivo de la deuda vencida en su programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés) de 3,2 billones de euros (3,5 billones de dólares).

Sin embargo, a algunos expertos les sigue preocupando que las presiones subyacentes sobre los precios sigan aumentando, aunque la inflación general haya caído bruscamente desde las cifras de dos dígitos del otoño pasado.

Aludiendo a estas preocupaciones, Lagarde afirmó que persisten «importantes riesgos al alza» para la inflación y que los recientes acuerdos en materia salarial han agravado estos riesgos.

La eurozona está haciendo frente a una notable escasez de mano de obra, ya que el empleo se encuentra en máximos históricos y la tasa de paro en mínimos históricos, a pesar de un entorno próximo a la recesión.

Las empresas del sector servicios se han quejado especialmente de la escasez de mano de obra, lo que sugiere que este verano podrían producirse más presiones salariales.

«Creemos que el mensaje de hoy está bastante en línea con nuestra previsión de otras dos subidas de tipos de 25 puntos básicos, en junio y julio, respectivamente», declaró Jan von Gerich, de Nordea.