BCE sube los tipos a máximo de 22 años y no hay disposición para una pausa

La institución aumentó su tasa de interés oficial por octava vez consecutiva, 25 puntos básicos, a un 3,5%

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Fráncfort.- El Banco Central Europeo elevó el jueves el coste de los préstamos a su nivel más alto en 22 años y dejó la puerta abierta a más subidas, prolongando su lucha contra una inflación que sigue siendo obstinadamente alta y pese a que la economía de la zona euro flaquea.

El BCE aumentó su tasa de interés oficial por octava vez consecutiva, 25 puntos básicos, a un 3,5%, el nivel más alto en 22 años.

«Los tipos de interés oficiales del BCE se situarán en niveles suficientemente restrictivos para lograr un retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2% a medio plazo y se mantendrán en esos niveles durante el tiempo que sea necesario», dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa posterior a la decisión.

El banco central de los 20 países que comparten el euro también dijo que esperaba que la inflación se mantenga por encima de su objetivo del 2% hasta 2025, y volvió a insinuar más subidas de tasas en los próximos meses.

El BCE elevó sus previsiones para la inflación subyacente en 2023 y 2024, la que excluye los volátiles precios de la energía y los alimentos.

Lagarde afirmó que las subidas salariales y la presión al alza de los precios por parte de las empresas para aumentar sus beneficios se están convirtiendo en un motor cada vez más importante de la inflación.

«La inflación ha estado bajando, pero se prevé que sea muy alta durante mucho tiempo», afirmó.

La subida del BCE se produjo después de que la Reserva Federal de Estados Unidos realizó el miércoles la primera pausa de sus alzas de tasas en más de un año, una señal para los inversores de todo el mundo de que el actual ciclo de endurecimiento monetario en las economías desarrolladas está llegando a su fin, aunque todavía es posible que se produzcan nuevos aumentos de tipos en Estados Unidos.

La inflación de la zona euro lleva meses moderándose, gracias a la baja de los precios de la energía y a la mayor subida de las tasas en los 25 años de historia del BCE, pero sigue siendo inaceptablemente alta para el BCE, un 6,1%, aunque el crecimiento subyacente de los precios sólo empieza a ralentizarse.

En tanto, el crecimiento, en el mejor de los casos, está estancado.

La revisión al alza de las previsiones de inflación para este año, el próximo y 2025 -que se esperaba que se mantuviera por encima del objetivo del banco central, en el 2,2%- sorprendió a los economistas.

Los rendimientos de la deuda pública de la zona euro y el euro subieron debido a que los operadores apostaron por unos tipos de interés más altos.

«Salvo que haya un cambio sustancial en nuestras previsiones, es muy probable que sigamos subiendo los tipos en julio», dijo Lagarde. «No estamos pensando en hacer una pausa, como pueden ver».

Aunque las señales de ralentización del crecimiento económico normalmente augurarían una pausa, el BCE se ha tomado sus propias previsiones con pinzas tras años en los que no han acertado.

En su lugar, los responsables a cargo de fijar los tipos se han centrado en los datos económicos reales, que presentan un panorama desigual.

Dos trimestres de contracción en Alemania arrastraron a la zona euro a una recesión superficial el invierno boreal pasado, y es probable que la economía sólo logre un crecimiento modesto este año.

Sin embargo, el desempleo está en mínimos históricos y el crecimiento salarial está repuntando, aunque siga por detrás de la inflación.

El crecimiento de los precios ha descendido rápidamente tras alcanzar los dos dígitos a finales del año pasado. Pero los precios subyacentes, sobre todo los de los servicios, aún no han mostrado la caída decisiva que los responsables del BCE han dicho que necesitarían ver antes de levantar el pie del freno monetario.

El aumento de los costes de los préstamos está frenando la demanda por crédito de hogares y empresas, así como la disposición de los bancos a conceder préstamos, pero el consumo se mantiene bien en términos nominales.

«Las anteriores subidas de tipos del Consejo de Gobierno se están transmitiendo con fuerza a las condiciones de financiación y están repercutiendo gradualmente en toda la economía», declaró Lagarde.

«¿Hemos terminado? ¿Hemos terminado el viaje? No. No hemos llegado a nuestro destino. ¿Todavía nos queda camino por recorrer? Sí, aún nos queda camino por recorrer», agregó.