EU anuncia primera venta de derechos eólicos marinos en el Golfo de México

La venta incluirá un área de arrendamiento de 102.480 acres (unos 415.000 metros cuadrados) frente a las costas de Lake Charles, Luisiana

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Washington.- Estados Unidos anunció el jueves la primera venta de derechos de desarrollo de energía eólica marina en el Golfo de México, un plan sobre el que el presidente Joe Biden hablará más tarde en el día, durante un viaje en el que destacará los esfuerzos de su administración por impulsar las energías renovables.

En febrero, Estados Unidos propuso ampliar el desarrollo de la energía eólica marina al Golfo de México, introduciendo la incipiente industria de las energías limpias en un importante centro de producción de petróleo y gas.

El Departamento de Interior informó de que la venta tendrá lugar el 29 de agosto.

“Al catalizar el potencial de la energía eólica marina en el Golfo de México, podemos hacer frente a la crisis climática, reducir los costos energéticos para las familias y crear puestos de trabajo bien remunerados”, declaró la secretaria de Interior, Deb Haaland.

La venta incluirá un área de arrendamiento de 102.480 acres (unos 415.000 metros cuadrados) frente a las costas de Lake Charles, Luisiana, y dos áreas de arrendamiento por un total de casi 200.000 acres frente a las costas de Galveston, Texas, dijo la Casa Blanca. Las empresas pujarán por el derecho a explotar esas zonas.

Según el Departamento de Interior, estas zonas tienen potencial para generar unos 3,7 gigavatios de energía, lo que permitiría suministrar energía limpia a casi 1,3 millones de hogares.

El gobierno de Biden ha celebrado tres subastas de terrenos eólicos marinos, incluida la mayor de este tipo celebrada en Estados Unidos el año pasado en las costas de Nueva York y Nueva Jersey, que atrajo la cifra récord de 1.500 millones de dólares en ofertas, y la primera en la costa del Pacífico, en California.

La Casa Blanca informó de que Biden viajará más tarde a Filadelfia para presentar su plan de economía verde a los trabajadores sindicalizados, escépticos respecto a que las industrias solar, eólica y de vehículos eléctricos puedan ofrecerles el mismo rendimiento económico que las refinerías de petróleo y las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles.