Política Global

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  • Argentina o las elecciones presidenciales del desastre económico
  • Las ofertas políticas: el ultra derechista Javier Milei, la conservadora Bullrich y el oficialista Massa
  • Sociedad en shock en dilema: votar por el menos malo o por ilusiones

Juan Barrera Barrera

Este domingo 22 unos 35 millones de argentinos acudirán al llamado de las urnas para votar por presidente, gobernadores de las provincias, diputados federales y un tercio del Senado. Será una elección a tercios, dos jugadores más prácticamente no figuran en el escenario político. Será una elección muy incierta porque se celebrará en medio de una profunda crisis económica y financiera que amenaza convertirse en una verdadera bomba de tiempo para la Argentina.

Los comicios del domingo son una encrucijada para los argentinos que están desesperados, empobrecidos que sienten que han perdido toda esperanza, que ya no aguantan más de lo mismo, frustrados de tantos fracasos económicos de los gobiernos. En esa angustia social aún se espera un cambio, un milagro, un salvador. Los argentinos están asfixiados por la espiral inflacionaria del 124 por ciento, no tienen una elección fácil.

Un ultraderechista, un peronista de izquierda y una conservadora

Los tres candidatos, el ultraderechista Javier Milei, de la Libertad Avanza; Patricia Bullrich, de la derecha tradicional que lidera la coalición Juntos por el Cambio; y Sergio Massa que representa al peronismo oficial agrupado en Unión por la Patria y al mismo tiempo ejerce como ministro de Economía del gobierno de Alberto Fernández, han hecho de su campaña la bandera del cambio, principalmente los dos primeros, y eso ha confundido a los electores por el contenido de sus propuestas regresivas.

El ultra Milei, el favorito en las encuestas (más del 30 por ciento del voto) presidenciales, se ha dedicado a repartir ilusiones, un personaje mediático que tiene capacidad para atraer la atención de millones con un discurso incendiario y soez, y de propuestas verdaderamente extremas como la supresión del Banco Central al que responsabiliza de la inflación, la dolarización de la economía y hasta la privatización del mar.

Especialmente llama la atención por sus fuertes cuestionamientos a la “casta política, empresarial y sindical”. Se autonombra “anarcocapitalista”, es un político negacionista (niega el fenómeno del cambio climático) que abraza la doctrina de los ultras del partido español VOX, de Donald Trump o Jair Bolsonaro. Rechaza el aborto, la educación y salud pública gratuitas.

Patricia Bullrich (24 por ciento de la intención del voto), conservadora, que ya se veía despachando en la Casa Rosada hasta que apareció el fenómeno Milei y le disputó el voto derechista, ha carecido de ideas precisas en sus propuestas para cambiar y mejorar la economía como quedó demostrado en los debates cara a cara. Eso y el error de centrar su discurso político en denostar y echarse al hombro la tarea de “acabar” con el kichnerismo, cuando su principal referente, Cristina Fernández de Kirchner, está totalmente alejada de la política y muy debilitada políticamente. Demasiada pérdida de saliva y tiempo.

Todo eso y más la ha llevado a perder popularidad, de tal suerte que las encuestas la tienen en el tercer lugar. Bullrich carece liderazgo real en su coalición. Apenas integró a su campaña a Horacio Rodríguez Larreta, que perdió la interna en las Primarias Adelantadas Simultáneas Obligatorias (PASO) frente a Bullrich cuando era el favorito, pero sigue siendo un personaje central de Juntos por el Cambio.

En cuanto al oficialista Sergio Massa (29 por ciento en las encuestas) su talón de Aquiles es la economía: inflación sin control que ha llegado al 124 por ciento y descontrol monetario. Propone la recomposición del salario, la igualdad de remuneración por el mismo trabajo, baja inflación, disminuir los impuestos en la actividad económica, un pacto federal y renegociación con el FMI.

En palabras suaves, el ministro de Economía de Unión por la Patria afirmó que su gobierno será distinto al actual, del que es parte y del que ahora ¿reniega? Ha evitado en todo momento hablar del desastre económico en que se encuentra su país, no quiere perjudicarse.

Milei y Massa pasarán a segunda vuelta

Si no se mueven los números de los sondeos demoscópicos, Massa pasará a segunda vuelta con Javier Milei en los comicios del 19 de noviembre y quien triunfe tomará posesión del cargo de presidente el 10 de diciembre del 2024 por los próximos cuatro años. Si Bullrich sale derrotada este domingo se convertiría en factor decisivo para cualquiera de los dos que quiera negociar su apoyo en la segunda parada comicial.

Mientras tanto la sociedad argentina seguirá en shock económico, desilusionada, en medio del dilema de votar por “lo más estable” en la inestabilidad que representa el peronista oficialista o por los candidatos que profundizarían el desastre: Patricia Bullrich y Javier Milei. Quien gane con el 45 por ciento de la votación o con el 40 por ciento pero con diez puntos porcentuales de diferencia con respecto al segundo lugar, ganaría la presidencia argentina, pero esa meta se ve lejana.