Ciudad de México.– Tal como se anticipaba, Banco de México (Banxico) dejó sin cambios su tasa de interés de fondeo en 11.25%. Sin embargo, la sorpresa provino en el comunicado de prensa donde hubo un ajuste, al hablar ahora de que sería necesario mantener la tasa en estos niveles por cierto tiempo, en lugar de tiempo prolongado. Este cambio hacia un tono dovish podría implicar que la autoridad ahora considera que un posible recorte en la tasa podría darse antes de lo anticipado en septiembre pasado.
Con ello, el mercado le apuesta a que el primer recorte en la tasa podría ser tan pronto como en el encuentro de marzo de 2024 por 25 puntos base. Esto implica adelantarse a la Fed estadounidense, donde hay mayores posibilidades de que pueda ser para mediados del próximo año.
Un eventual adelanto en términos relativos tiene sentido porque Banxico comenzó antes el endurecimiento monetario respecto al banco central estadounidense.
Gran parte de la decisión de la autoridad mexicana dependerá del comportamiento de la inflación al consumidor.
¿Qué cambió para que Banxico suavizara su postura? En términos de precios, el comportamiento ha sido muy similar a lo pronosticado por la propia autoridad mexicana.
Para el cierre de 2023, la inflación esperada es cercana a 4.40% a tasa anual para el índice general, y 5.10% la subyacente. El escenario para la inflación en 2024 es incierto, como siempre.
A pesar de la disminución registrada en los últimos nueve meses, la inflación aún se encuentra en niveles elevados y los retrocesos son cada vez a un menor ritmo. Además, gran parte de la baja se explica por reducciones de bienes y servicios del rubro “no subyacente”, genéricos muy volátiles que no permiten asegurar una consolidación de desinflación.
El índice subyacente actualmente se ubica en 5.50%, casi el doble de la meta de Banxico de 3.0%. Esto hace que mantenga un discurso de política monetaria restrictivo, esperando niveles de inflación subyacente que den más confianza de no sufrir fuertes rebotes de inflación en los próximos años. Para el cierre de 2024, la inflación esperada en CIBanco es de 3.95%.
Existen algunos elementos que le juegan en contra a la inflación, como lo es la situación del mercado laboral mexicano, con incrementos constantes en los salarios y en el ritmo de contratación. También está el tema del gasto público, en un año electoral, con una postura fiscal expansiva, que puede minar un poco los esfuerzos monetarios para lograr la estabilidad de precios.
Por su parte, a favor podría ayudarle la desaceleración contemplada para la economía norteamericana y con ello la mexicana. La mayoría de los analistas coincidimos que el ritmo de crecimiento económico en México será menor en 2024 y que difícilmente se repetiría la sorpresa positiva observada en 2023.
Bajo cualquier escenario de precios lo que más conviene a Banxico es ser muy claro en sus mensajes de que su objetivo es lograr que la inflación converja a su meta. Es notorio que todavía el trabajo dista de haber concluido, no solo en las estimaciones de precios previstas para el corto plazo, sino también en las de largo plazo.
Por consiguiente, parece ser que el cambio que tomó en cuenta Banxico para ajustar su tono del comunicado provino del exterior, de lo acontecido en la última reunión de la Fed. Ahí el mercado empezó a especular fuertemente con que la Fed ya había alcanzado su nivel máximo de tasa de interés y que podría estar próximo un recorte de tasas.
Así, parece que esto le dio margen a Banxico a pensar que si el banco central estadounidense adelante su proceso de recorte, ellos tendrían opción también de hacerlo. El problema es que una semana después, justo a la misma hora que Banxico publicaba su comunicado con su decisión de política monetaria, el presidente Powell participó en un evento del FMI y regresó con un tono hawkish reiterando la posibilidad de nuevos incrementos de tasas en EUA.
Banxico ha estado realizando ajustes a su guía futura (forward guidance) con importantes cambios en los últimos meses, en la mayoría de las ocasiones sin intentar justificar de forma clara y técnica la lógica detrás. En esta ocasión, el riesgo es cantar victoria sobre el control de la inflación prematuramente.