- Obras sin acceso a información
- Reconstrucción sin plan integral
- Controversia entre banqueros
Agustín Vargas*
Con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2024 por la Cámara de Diputados, casi en los términos en los que lo envío el Ejecutivo Federal, la administración lopezobradorista habrá destinado un total de un billón 506 mil 415 millones de pesos para sus obras prioritarias, concentradas en más del 80% del total en sólo dos proyectos.
De acuerdo con datos oficiales, los proyectos con mayor presupuesto en esta administración son la Refinería Dos Bocas y el Tren Maya, con el 55.9% y 34.1% del total, respectivamente. La construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA) es otra de las obras consideradas prioritarias, cuyo gasto no es posible darle seguimiento.
Si bien el gasto de inversión en infraestructura es importante para garantizar el crecimiento económico y el cierre de brechas en las desigualdades sociales, la falta de transparencia en el ejercicio del gasto, deja mucho que desear.
Esta falta de transparencia –opacidad– ha dificultado el seguimiento del gasto de algunas obras debido a su atribución de interés público y seguridad nacional, pretexto ideal de la actual administración, transformado en un decreto, para evitar la rendición de cuentas sobre el gasto en dichas obras.
Dicen los especialistas que para el seguimiento y cumplimiento oportuno del gasto asignado en obra pública se requiere de tres principios: planeación, priorización y transparencia de estos recursos. En 2023, del total del gasto de inversión, el 75% corresponde a obra pública.
A pesar de que la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria señala que todo recurso destinado a gasto de inversión pública debe cumplir con las disposiciones legales en materia de transparencia y acceso a la información, en 2023 sólo el 10% del gasto asignado a inversión es obra pública abierta y cumple con tales características.
Dichos recursos cuentan con clave de cartera asignada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público., que encabeza Rogelio Ramírez de la O, El 17% cuenta con clave de cartera no abierta, esto es, no se puede consultar los análisis costo-beneficio; y el 48% no cuenta con clave de cartera, y por lo tanto no se puede dar seguimiento al presupuesto de tales obras.
Sobre el particular el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), refiere que esta situación ha dificultado el seguimiento del gasto de algunas obras dada su atribución de interés público y seguridad nacional, tal como el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA).
Si bien la falta de transparencia se debe a que algunas obras son consideradas de seguridad nacional, la falta de acceso a la información impide que se le dé seguimiento oportuno al gasto de obra pública. Por lo que es importante que se muestre una mayor apertura de datos en infraestructura pública, debido a que son los sectores con mayor énfasis para el desarrollo económico y social del país.
Reconstrucción sin plan integral
Conforme transcurren los días y a poco más de un mes de la devastación de Acapulco y buena parte de la denominada Costa Grande de Guerrero por la llegada del huracán Otis, resulta increíble que todavía no exista una coordinación efectiva y eficaz entre los tres órdenes de gobierno y sus institución que brinde la ayuda necesaria para los damnificados de aquella entidad.
Hasta ahora y de ello dan cuenta funcionarios de alto nivel dentro del sector privado, no sólo no existe la coordinación requerida, sino tampoco un plan integral para empezar con los trabajos de reconstrucción del emblemático puerto y de las comunidades aledañas.
Lo que se ha visto hasta ahora es un despliegue propagandístico y de verborrea por parte de los funcionarios federales, estatales y municipales que pretenden lucrar políticamente con la desgracia de los lugareños.
La reconstrucción de Acapulco y la atención de la población afectada requiere de una seria y severa dedicación, sin tintes políticos, además de muchos miles de millones de pesos.
El plan integral de reconstrucción de Acapulco debe desarrollarse no sólo en lo económico, sino también en lo social, en materia de seguridad, transporte público, construcción de vivienda (no autoconstrucción porque es más costosa) y de nueva infraestructura que contenga un verdadero proyecto de desarrollo urbano. Sin ello, advierten los entrevistados, difícilmente Acapulco podrá salir adelante.
Convención bancaria
Al interior del comité directivo de la Asociación de Bancos de México (ABM), que encabeza Julio Carranza Bolívar, presidente de BanCoppel, existen severas diferencias respecto a la realización de la próxima convención bancaria en Acapulco, prevista para abril del 2024.
Hace unos días la ABM anunció efusivamente que la convención bancaria, que estaba programada para realizarse en Puerto Vallarta, Jalisco, se trasladaría a Acapulco en señal de solidaridad con los habitantes del puerto.
Esa no es la primera vez que dicho evento cambiaría de sede cuando la tragedia azota a Acapulco, como sucedió en 1997, cuando el huracán Paulina hizo estragos en el puerto; con ese motivo los banqueros decidieron regresar de nuevo su convención al lugar donde tradicionalmente la realizaban, porque ya habían acordado que sería itinerante por algún tiempo.
Dicen los banqueros que como señal de solidaridad de nueva cuenta estarán en Acapulco, aunque buena parte de los directivos no está de acuerdo en ello, porque advierten que de aquí a abril no se logrará la rehabilitación del puerto y menos se garantizaría la seguridad de los convencionistas.
Además, dicen que siendo realistas, no habría una derrama económica significativa para el puerto; es más, afirman, sería casi nula y sí habría muchas dificultades para realizar la convención en Acapulco, considerado otrora el puerto con la bahía más bella del mundo.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx