Copenhague.- El gigante del transporte marítimo de contenedores Maersk anunció el viernes que va a desviar todos sus buques de las rutas del mar Rojo hacia el cabo de Buena Esperanza en África por el futuro predecible, y advirtió a sus clientes que se preparen para importantes trastornos.
Las navieras de todo el mundo están abandonando el mar Rojo -la ruta más corta de Asia a Europa a través del canal de Suez- luego de que los militantes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, intensificaron los ataques contra buques en la región del Golfo para mostrar su apoyo al grupo islamista palestino Hamás, que lucha contra Israel en Gaza.
El trayecto alrededor de África puede añadir unos 10 días al viaje, requiere más combustible y tiempo de tripulación, lo que eleva los costos de transporte.
A principios de esta semana, la danesa Maersk anunció que pondría en pausa todos sus buques con destino al mar Rojo tras el ataque de militantes hutíes a uno de sus barcos.
“La situación evoluciona constantemente y sigue siendo muy volátil, y toda la inteligencia disponible confirma que el riesgo de seguridad continúa en un nivel significativamente alto”, dijo Maersk.
“Por lo tanto, hemos decidido que todos los buques de Maersk que transiten por el mar Rojo (y) el golfo de Adén serán desviados hacia el sur, alrededor del cabo de Buena Esperanza, en el futuro predecible”, agregó.
El 19 de diciembre, Estados Unidos puso en marcha una operación multinacional para intentar salvaguardar el comercio en el mar Rojo, pero muchas navieras y propietarios de cargueros siguen desviando buques por África debido a los continuos ataques.
El jueves, Maersk desvió hacia el norte cuatro de los cinco portacontenedores con destino al sur que ya habían pasado por el canal de Suez para emprender el largo viaje alrededor de África.
“Aunque seguimos esperando una solución sostenible en un futuro próximo y hacemos todo lo que podemos para contribuir a ella, animamos a nuestros clientes a prepararse para que persistan las complicaciones en la zona y para que haya importantes perturbaciones en la red mundial”, dijo Maersk.
El canal de Suez es usado para mover un tercio de la carga mundial de portacontenedores, y se prevé que los cambios supongan hasta un millón de dólares en combustible más por cada viaje de ida y vuelta entre Asia y el norte de Europa.