Washington.- El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, actualizará el viernes sus opiniones sobre la inflación y la economía de Estados Unidos tras la publicación de datos que muestran que el aumento de los precios está siendo más rápido de lo que el jefe del banco central anticipó la semana pasada.
Los datos del Gobierno mostraron que el índice de precios de los gastos de consumo personal aumentó a una tasa anual del 2,5% en febrero, frente al 2,4% del mes anterior.
En particular, la cifra que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía subió un 0,3% intermensual, contrario de la previsión de Powell de la semana pasada de que la cifra se situaría «muy por debajo» del 0,3% y se mantendría en línea con las perspectivas de la Fed de que la inflación siga desacelerándose hasta el objetivo del 2% fijado por la Fed.
Algunos detalles del informe, señalaron los economistas, sí mostraron mejoras en aspectos de la inflación que la Fed considera particularmente importantes, incluso cuando las cifras principales han mostrado pocos avances en los dos primeros meses del año.
Powell tiene previsto responder a preguntas en una comparecencia a las 11:30 a.m. hora del este (1530 GMT) en la Fed de San Francisco, donde será entrevistado por Kai Ryssdal del programa «Market Place» de la radio pública.
Su aparición se produce después de que la semana pasada la Fed decidió mantener la tasa de interés oficial en el rango actual de entre el 5,25% y el 5,5%, al mismo tiempo que reafirmó -por poco- una proyección de referencia según la cual la tasa bajaría 0,75 puntos porcentuales antes de finales de año.
En las últimas semanas, Powell ha tenido que conciliar las expectativas que la Reserva Federal ha ido creando de que los recortes de tasas comiencen este año, con unos datos que muestran que la mejora de las cifras de inflación se ha ralentizado, si no estancado.
En las últimas tres semanas, Powell ha dicho que el banco central «no estaba lejos» del punto en el que se sentiría cómodo recortando las tasas de interés, y luego se negó a repetir el pensamiento cuando se le dio la oportunidad.
Ha dicho que la alta inflación reciente no cambiaba la «historia» general de relajación de las presiones sobre los precios, pero también dijo que los datos recientes no podían descartarse completamente como una señal de ralentización del progreso.