París.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó este miércoles a la baja el aumento de la demanda mundial de petróleo, debido sobre todo a la reducción neta en Europa.
Las nuevas previsiones, incluidas en el informe mensual sobre el mercado de crudo publicado hoy, establecen un aumento de la demanda global de 1.1 millones de barriles diarios en 2024, 140,000 menos que hace un mes, hasta 103.2 millones.
Para 2025, la nueva previsión es de un crecimiento ligeramente mayor, de 1.2 millones de barriles diarios, hasta 104.5 millones.
El informe confirma que, una vez más, el aumento de la demanda de petróleo está concentrado en los países emergentes, especialmente China.
En cambio, la demanda en los países de la OCDE bajará en 2024 en 137,000 barriles, debido sobre todo a la caída de 140,000 barriles en Europa.
El documento llama la atención sobre la caída del consumo de diésel en Europa, que en 2024 será un 9.3% inferior respecto a los niveles de 2019, debido a la menor actividad industrial, la caída de las ventas de automóviles con esa motorización y las temperaturas suaves del pasado invierno.
La oferta de crudo se prevé que alcance este año un récord de 102.7 millones de barriles diarios, y continúa la tendencia de que el incremento provenga sobre todo de países no miembros o aliados de la OCDE (como EU, Canadá o Brasil) ante la congelación de la producción en los miembros del cártel.
La producción de crudo de la OPEP y sus aliados (OPEP+) bajó en 90,000 barriles en abril hasta 41.43 millones de barriles diarios, debido sobre todo a que Rusia comenzó a aplicar los recortes de extracción a los que se había comprometido (-150,000 barriles diarios en abril, hasta 9.3 millones).
En cuanto a los precios, el Brent subió un dólar por barril en abril hasta los 88 dólares, en su cuarto mes consecutivo de subida, debido a la continuación de la tensión en Oriente Medio, con el intercambio de misiles entre Israel e Irán.
Además, los hutíes de Yemen extendieron sus ataques a mercantes más allá del mar Rojo, hasta el Océano Índico, y Ucrania lanzó una serie de ataques a instalaciones petrolíferas rusas.
Sin embargo, la cotización del crudo se moderó a finales de abril, cuando llegó a estar en 93 dólares por barril, tras constatarse que no habría una escalada en la confrontación Irán-Israel.
Esa tendencia continuó en los primeros días de mayo, cuando el precio bajó en otros 4 dólares por barril, debido también a las dudas sobre la evolución de la economía global.