Washington.- El Senado de los Estados Unidos votó 60-38 el jueves para revocar la controvertida política criptográfica de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) conocida como Boletín de Contabilidad del Personal No. 121 (SAB 121).
Esta medida se alinea con un esfuerzo similar de la Cámara de Representantes para borrar la política.
A pesar de este impulso legislativo, el presidente Joe Biden se ha comprometido a vetar la resolución, manteniendo la aplicación de la política.
En la votación, una docena de demócratas se unieron a la mayoría de los republicanos a favor de revocar el SAB 121, superando cómodamente la mayoría simple necesaria para su aprobación.
Sin embargo, la resolución no logró los votos necesarios para ser a prueba de veto, dejándola vulnerable al veto prometido por Biden.
El presidente ha argumentado que eliminar la norma podría perturbar los esfuerzos para proteger a los inversores en los mercados de criptoactivos y salvaguardar el sistema financiero en general.
La oposición del presidente Biden a la resolución se centra en preocupaciones sobre la protección de los inversores y la estabilidad financiera.
Destacó que el SAB 121 desempeña un papel fundamental en la regulación de los mercados de criptoactivos, con el objetivo de mitigar los riesgos y garantizar la seguridad del sistema financiero.
El Presidente cree que borrar la política a través de este esfuerzo legislativo socavaría estas protecciones.
La votación del Senado representa una postura significativa contra la política de la SEC, lo que refleja las tensiones actuales entre los esfuerzos regulatorios y la evolución de la industria de la criptografía.
Si bien el Senado y la Cámara han mostrado un apoyo sustancial para revocar el SAB 121, la industria de la criptografía aún puede enfrentar desafíos debido a las limitaciones bancarias y el panorama regulatorio existentes.
La promesa de veto de Biden subraya el compromiso de la administración de mantener una supervisión estricta en el sector de las criptomonedas.
Mientras la resolución enfrenta un probable veto del presidente Biden, el futuro de SAB 121 sigue siendo incierto.
El debate en curso pone de relieve la compleja dinámica entre los organismos reguladores, los legisladores y la industria de la criptografía.
El resultado tendrá implicaciones importantes sobre cómo se regulan los criptoactivos y el grado de participación del gobierno en la configuración del futuro de la industria.