Bruselas.- La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, rechazó este martes que la Unión Europea vaya a imponer «aranceles generalizados» a productos de China como los aprobados este mes por Estados Unidos, que afectan especialmente a los vehículos eléctricos.
No obstante, aseguró que Bruselas impondrá aranceles si la investigación europea sobre los coches eléctricos chinos revela, como espera, que estos reciben subsidios públicos que perjudican a las firmas europeas.
«Compartimos algunas de las preocupaciones de nuestro socio, pero tenemos un enfoque diferente, mucho más individualizado. Estados Unidos ha impuesto tarifas generalizadas a muchos productos», dijo Von der Leyen, candidata del PPE a presidir el Ejecutivo comunitario, en un debate sobre economía de cara a las elecciones europeas del 9 de junio junto a los candidatos liberal, socialista y de la ultraderecha.
Recordó que la Comisión Europea abrió hace ocho meses una investigación «de acuerdo con las normas» de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para determinar si la industria china de vehículos eléctricos recibe subsidios estatales excesivos que le den una ventaja injusta con respecto a los competidores europeos.
«Si se confirma, como espero, que estos subsidios existen, entonces puedo garantizar que el nivel de aranceles que impondremos será correspondiente al nivel de daño. Mucho más específico, mucho más individualizado, este es nuestro enfoque», añadió.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la semana pasada nuevos aranceles por un importe de 18.000 millones de dólares (unos 16.700 millones de euros) a las importaciones de numerosos productos de China, de los cuales los más afectados son los vehículos eléctricos con gravámenes que se cuadruplican del 25 % al 100 %.
Este martes, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, llamó a la UE a cooperar con Washington en sus «planteamientos» con respecto a China. «Si no respondemos de forma estratégica y unida, la viabilidad de las empresas de nuestros dos países y de todo el mundo podrían estar en peligro», dijo en Alemania.
La presidenta de la Comisión Europea, sin embargo, insistió en que el enfoque de la UE es más «individualizado» que los «aranceles generalizados» de Estados Unidos e insistió en que su estrategia con respecto a China no pasa por «desvincularse» del país, sino por reducir los riesgos de su relación.
Aunque negó que la UE haya comenzado una «guerra comercial» con Pekín, Von der Leyen incidió en que el bloque europeo «está dispuesto» a utilizar las herramientas de defensa comercial de las que se ha dotado para hacer frente a prácticas como el exceso de capacidad en algunos sectores, la inundación de su mercado con productos «artificialmente baratos» o la imposición de «barreras injustas» a las firmas europeas.
«Con Estados Unidos tenemos una relación mucho más equilibrada, son nuestro mayor aliado y socio comercial y podemos hablar con ellos (…). China no es un socio afín, así que tenemos que usar herramientas de defensa comercial», dijo.
Endurecer el tono con China
También se mostraron partidarios de endurecer el tono con Pekín el candidato liberal, Sandro Gozi, el socialdemócrata, Nicolas Schmit, y el de los ultraderechistas de Identidad y Democracia, Anders Vistisen.
«Tenemos que defendernos porque las políticas chinas son cada vez más agresivas. Es momento de responder», dijo Gozi, quien aseguró que «ha acabado el tiempo» en que la UE podía «producir sus bienes en China, importar energía de Rusia y delegar su seguridad en Estados Unidos».
El candidato socialista y actual comisario de Empleo abogó también por ser «más decididos» en este aspecto, pero advirtió del riesgo de una «escalada» que desemboque en una guerra comercial que «perjudicaría a todo el mundo» y urgió a «reconstruir el orden comercial mundial».
Vistisen, por su parte, abogó por alinearse con la política estadounidense y adoptar medidas como la prohibición de la red social china Tik Tok en la UE o la expulsión de China de las infraestructuras críticas europeas.