Riesgo de degradación crediticia de México aumenta, sin ser inminente: Citi

El nuevo gobierno deberá enfrentarse a la tarea de reducir el déficit y estabilizar la deuda sin comprometer el crecimiento económico

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Ciudad de México.- La reciente elección de Claudia Sheinbaum como presidenta de México ha generado tanto expectativas como incertidumbre en los mercados financieros, de acuerdo con analistas de Citi, quienes advierten sobre los posibles riesgos de una degradación de la calificación crediticia del país, en el contexto de una una contundente victoria que asegura una supermayoría para el partido Morena en el Congreso.

Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia en un contexto económico complejo. Su mandato comenzará con un déficit fiscal considerable, proyectado en un 6% del PIB para 2024, lo que marca el fin de la era de austeridad del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Según Citi, esta situación no es un evento aislado, sino una tendencia que refleja gastos elevados en pensiones, programas sociales, pagos de intereses y apoyo a Pemex.

La supermayoría de Morena en la Cámara de Diputados (69-76%) y la casi mayoría calificada en el Senado (59-68%) han incrementado la volatilidad del mercado. La capacidad de Morena para implementar cambios legislativos significativos ha sido un factor clave en la reacción del mercado. Citi destaca que aunque la mayoría calificada puede facilitar reformas estructurales, también aumenta la preocupación sobre la dirección de las políticas económicas y fiscales.

Citi subraya que el riesgo de una degradación de la calificación soberana de México está en aumento, aunque no es inminente. Actualmente, México mantiene una calificación de BBB por S&P, Baa2 por Moody’s y BBB- por Fitch, todas con perspectiva estable. No obstante, los analistas de Citi advierten que la trayectoria fiscal de México podría deteriorarse rápidamente si no se implementan ajustes fiscales concretos y efectivos.

El nuevo gobierno deberá enfrentarse a la tarea de reducir el déficit y estabilizar la deuda sin comprometer el crecimiento económico. La continuidad del Ministro de Finanzas, Rogelio Ramírez de la O, es vista con escepticismo por Citi, que interpreta su permanencia como una falta de nuevas ideas para abordar los desafíos fiscales y estructurales, especialmente en relación con Pemex.

Pemex sigue siendo uno de los mayores riesgos para la estabilidad fiscal de México. La empresa necesita al menos 50 mil millones de dólares adicionales para solucionar sus problemas financieros, según Citi.

La producción de Pemex se ha mantenido baja y las expectativas de aumento parecen demasiado optimistas. La compañía enfrenta grandes desafíos, incluidos altos costos operativos y una infraestructura deficiente.

Citi considera que una privatización de Pemex es improbable y que las soluciones tradicionales ya no son efectivas sin una reducción significativa de la deuda. Una de las opciones propuestas es que el gobierno absorba una parte considerable de la deuda de Pemex para aliviar la carga financiera de la empresa.

La posibilidad de que AMLO aproveche el breve periodo entre la instalación del nuevo Congreso y la toma de posesión de Sheinbaum para impulsar reformas constitucionales añade otra capa de incertidumbre. Estas reformas podrían incluir aumentos en las pensiones y el salario mínimo, así como cambios en la elección de jueces de la Corte Suprema y miembros del INE, lo que podría debilitar las instituciones gubernamentales y afectar la estabilidad fiscal.

Ante este panorama, Citi ha adoptado una posición de «infraponderar» en los bonos mexicanos y recomienda una estrategia de «curve flattener», entrando en posiciones largas en bonos de México 2034 y cortas en bonos de México 2054. Los analistas prevén que los bonos mexicanos tendrán un rendimiento inferior en los próximos meses debido a la incertidumbre política y económica.