FMI pide a la UE que las batallas comerciales no retrasen la transición verde

"Las decisiones que se toman sobre comercio no pueden separarse del periodo tan corto de tiempo que tenemos para reducir las emisiones”: Kristalina Georgieva

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Luxemburgo.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, pidió este jueves a la Unión Europea (UE) que los roces comerciales con socios globales como China, a cuyos coches eléctricos quiere imponer aranceles, no retrasen la transición verde.

“Estamos en un mundo en el que no podemos permitirnos el lujo de (perder) tiempo para avanzar en la transición verde. Las decisiones que se toman sobre comercio no pueden separarse del periodo tan corto de tiempo que tenemos para reducir las emisiones”, aseguró en una rueda de prensa,

«Hay que trabajar con estos dos objetivos en mente: comercio justo y futuro justo para nuestros jóvenes», añadió la búlgara, tras ser preguntada por la reciente decisión de Bruselas de anunciar aranceles de hasta el 38 % a la importación de vehículos eléctricos chinos.

Georgieva subrayó que para el FMI «es importante enfocar siempre cuestiones de esta naturaleza de desacuerdo entre socios comerciales», prestando «atención» a las consecuencias y hacer lo posible para que ambas partes «logren un acuerdo dentro de las normas de la Organización Mundial del Comercio».

Antes de la pregunta concreta sobre China, Georgieva, que participó en la reunión del Eurogrupo para trasladar a los ministros europeos de Finanzas las conclusiones del FMI sobre la economía de la eurozona, ya había señalado que cualquier decisión para proteger la competitividad de la industria europea debía tomarse con prudencia.

«Las medidas para proteger la resiliencia económica de la UE en respuesta a la fragmentación del comercio internacional y la amenaza de proteccionismo deben tomarse con cuidado para evitar distorsiones que puedan dañar la economía europea y provocar represalias por parte de socios comerciales», remarcó.

Un orden económico internacional «predecible», continuó, ha beneficiado a la Unión Europea, pero «la realidad ahora es una economía global más fragmentada» en el que otros actores internacionales introducen medidas domésticas con el argumento de la «seguridad nacional».

La directora gerente del FMI apuntó que Europa «debe estar alineada con lo que pasa a su alrededor» en este sentido, y defendió, además, que en este contexto es «incluso más importante» la necesidad de reforzar el mercado único europeo.

En la misma línea, advirtió de que las ayudas públicas que se conceden a nivel nacional pueden ayudar a las empresas que las reciben pero también perjudicar al resto, lo que puede debilitar, precisamente, el rendimiento global del mercado único.