Washington.- La Reserva Federal (Fed) estadounidense publicará este miércoles, cuando se cierren los mercados, los resultados anuales de los test de estrés que ha realizado a un total de 32 bancos, los que tienen más de 100,000 millones de dólares en activos.
La cifra es mayor que la del año pasado ya que por una normativa del regulador estadounidense los bancos de entre 100,000 y 250,000 millones de dólares en activos tienen que pasar las pruebas cada dos años.
La Reserva Federal utiliza estas pruebas de tensión para determinar las reservas de capital que tienen que hacer las entidades de cara a las posibles crisis, una herramienta diseñada para proteger contra shocks al sistema bancario.
Asimismo, las pruebas de resistencia anuales de la Reserva Federal son importantes para los accionistas de los bancos porque a menudo tienen un impacto en los dividendos y las recompras de acciones.
Así, según la Fed, las pruebas de resistencia garantizan que los grandes bancos estén suficientemente capitalizados y sean capaces de prestar a hogares y empresas incluso en una recesión grave.
Evalúan la resiliencia financiera de los bancos estimando pérdidas, ingresos, gastos y niveles de capital resultantes en condiciones económicas hipotéticas.
Se examinará a grandes instituciones como el Bank of America, JPMorgan Chase, Barclays US LLC o Wells Fargo & Company, entre otros, así como a bancos más pequeños como Huntington Bancshares, Keycorp o Regions Financial Corporation.
Según los analistas, no se espera que los resultados de este año cambien significativamente con respecto al año pasado, cuando los 23 mayores bancos de EU superaron los test pese a la incertidumbre bancaria que acabó con Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank en marzo de 2023.
Según los análisis de la Fed, los bancos se mantuvieron “por encima de los requisitos de capital” durante una hipotética recesión global, a pesar de perder más de 500,000 millones de dólares en las proyecciones.
Aun así, señalan los expertos, no está claro que este año pasar los test suponga un aumento de dividendos ya que el sector se encuentra inmerso en una reforma regulatoria.
La propia Reserva Federal está estudiando aplicar nuevas reglas de capital más estrictas a los bancos con más de 100,000 millones en activos, para reforzar la seguridad tras las quiebras de entidades como el Silicon Valley Bank, el Signature Bank y el First Republic Bank.
Este nuevo marco regulatorio buscaría endurecer lo acordado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea después de la crisis financiera de 2007-2009.
Los cambios que se proponen afectarían sobre todo a los bancos medianos con activos entre 100,000 millones y 250,000 millones de dólares.