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El delito de extorsión que paga todo México: la inflación

Norberto Vázquez

El mundo de los abusivos, es una enseñanza bíblica que pocas veces ya se recuerda a estos albores de una sociedad global donde imperan los desquiciados y ventajosos que ahora quitan, lo que ellos no logran hacer. En esa remembranza evangélica, hasta Jesús los sacó del Templo a punta de chirrión, ni Él los toleró, en un momento dado.

Te extorsiono porque tú tienes, vaya lógica de mediocres. Y eso es lo que impera, al menos en toda América Latina.

En México no sólo se trata del incremento que el Inegi pronosticó entre diciembre del año pasado y enero del 2024, donde proyectó una inflación anual de 4.88 por ciento.

Ahora está peor, a este indicador auméntele un porcentaje adicional emanado del derecho de piso que el crimen organizado cobra a comerciantes, productores y agricultores, lo que provoca que se incremente el precio de los insumos básico. México, lamentablemente, tiene dos instancias a las que hay que rendir tributo: el Servicio de Administración Tributaria y el crimen organizado.

La delincuencia está aprendiendo como obtener ganancias ilícitas en diversas formas y procesos: narcotráfico, que ya no es el principal, secuestro, extorsión, fraudes financieros, trata de personas, y una larga lista.

Se perfeccionan más sus métodos y cada día será más difícil poder erradicar estos males para la sociedad mexicana.

Es el nuevo pago de impuestos, sólo que en este caso es pago a la delincuencia organizada ante la pasividad de gobiernos municipales, estatales y federales, afectando económicamente a todo tipo de empresas, incluso a micro negocios como tienditas, tortillerías, ferreterías, y el colmo, a los recogedores de basura. En muchas ocasiones gravemente al grado de obligarlos a bajar la cortina.

Lamentablemente para los mexicanos y en especial para los que viven en pobreza extrema, el alza desmedida la leche, el huevo, el pan, la tortilla, la carne, las frutas y legumbres: la canasta básica.

Todo esto, se deben principalmente al pago de derecho de piso, la extorsión del crimen organizado y el imparable robo de productos transportados vía terrestre.

En México una de las posibles causas del incremento de precios son las bandas delictivas a través del cobro por derecho de piso y extorsiones a cambio de “protección”, de acuerdo con un estudio realizado por el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Los rubros donde se resiente el aumento de la tasa de interés resultado del incremento de la inflación son donde tiene más presencia el crimen organizado, provocando que los precios aumenten en alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 0.29%; prendas de vestir y calzado, en un 0.71%; gas y otros combustibles, un 0.48%; muebles, artículos para hogar, un 0.74; transporte, un 0.60% y restaurantes y hoteles, en 0.49 por ciento.

Las entidades donde hay mayor crecimiento, en variación porcentual, de las actividades primarias son principalmente las del norte del país, destacando Tamaulipas, 64.4%; Baja California Sur, 33.9; Durango, 17.6; Chihuahua, 7.8; Nuevo León, 6.6; Coahuila, 4.7 por ciento.

En tanto en el sur del país es donde hay menor producción agropecuaria es en Chiapas (-)0.3%; Guerrero, (- )1.1; Tabasco, (-)3.9%. De igual forma, hay un comportamiento negativo en la actividad agropecuaria en las entidades del centro del país, sobresaliendo Puebla, (- )1.4%; Guanajuato, (-)1.9; Michoacán, (-)2.3; Jalisco, (-)4.8; Querétaro, (-)6.0 e Hidalgo con (-)9.4%.

Las particularidades de la extorsión y el cobro de piso tienden a convertir la denuncia en otro problema. Supone dejar en la víctima la responsabilidad de que el delito se registre y se investigue. De hecho, en la investigación realizada, los entrevistados coinciden en que denunciar no sólo consiste en ir ante la autoridad a reportar lo que te ocurre, sino llevar pruebas, testigos, dar nombres, coordenadas, prácticamente, llevar el trabajo de la autoridad ya hecho.

Pedirle a la víctima que reporte este delito ante la autoridad es condenarla a que su único proveedor de protección, el criminal, tome represalias por tal osadía.

Lo contradictorio es que, al escribir esta columna, desde las esferas gubernamentales se diga que todo está bien, que nada pasa, y que los que delinquen son gente “buena” que ha sufrido los estragos de un capitalismo prepotente y salvaje.

Pamplinas, este gobierno está generando una sociedad voluble, caprichosa, y “estira la mano”. Si no me das, te lo arrebato. Y hazle como quieras. Tengo derecho a quitarte todo lo que el neoliberalismo me oprimió. Pero ¿por qué desquitarse con la misma gente trabajadora? Algo no cuadra, y esta fórmula, extorsión-inflación afecta ya a todos los mexicanos.