México con un gobierno emprendedor de izquierda
Mario Sandoval Chávez
Un gobierno emprendedor de izquierda en México debería ya plantear políticas públicas claras y precisas para fomentar el desarrollo económico y social que apoyen a emprendedores y a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Debe plantearse ejes clave:
Apoyo a emprendedores: financiamiento a través de la Banca de Desarrollo con enfoque especial en tecnología e innovación.
Para las MIPyMES, reducir hasta donde sea posible a través de la digitalización burocracia administrativa (IMSS, SAT, Infonavit). Acceso efectivo vía digital a la pre aprobación de crédito para capital de trabajo, instalaciones físicas y desarrollo de nuevos productos con enfoque a la innovación y competitividad. Acceso de manera práctica a programas de garantías financieras públicas y privadas en el mercado de valores en el que participen intermediarios financieros privados y la banca de desarrollo con equilibrio y topes de concentración.
Desarrollo regional: Inversión en infraestructura y servicios básicos en regiones que deben integrarse en la cadena productiva. Programas de educación y capacitación para desarrollar habilidades emprendedoras y técnicas en la educación formal y no formal.
Colaboración público-privada: Con alianzas estratégicas entre el gobierno, empresas y organizaciones sociales para impulsar proyectos de desarrollo económico y social.
Ventajas:
A. Fomento de la innovación y el emprendimiento
B. Creación de empleos y oportunidades económicas
C. Mejora de la competitividad nacional
D. Aumento de la inversión directa
E. Desarrollo de infraestructura eléctrica y servicios públicos
Estrategias:
A. Implementar programas de apoyo a startups y emprendedores
B. Crear zonas económicas especiales para fomentar la inversión productiva para la MIPyMES
C. Invertir en educación y capacitación emprendedora
D. Simplificar trámites y regulaciones para empresas en sus primeros 5 años de operación
Fallas y retos actuales:
1. Corrupción, burocracia y falta de credibilidad en el estado de derecho.
2. Inseguridad y violencia en ciudades importantes, así como en carreteras y cobro de piso.
3. Alto endeudamiento con relación al PIB y un déficit público que limita el desarrollo a largo plazo.
4. Falta de infraestructura y servicios básicos.
5. Dependencia y protección de los resultados de Pemex y CFE, que limitan la inversión pública.
Un gobierno emprendedor en México puede ser un catalizador para el crecimiento económico y social. Sin embargo, es importante abordar los retos y desafíos que enfrenta el país para lograr un desarrollo sostenible y equitativo. Es un hecho que le envejecimiento de la población y la situación financiera compleja por los programas de pensión no contributiva y asistencia social, así como obras emblemáticas que aún faltan mínimo 10 años para que estén en punto de equilibrio y por lo tanto la presión sobre las finanzas públicas y el déficit son retos que no se cubren con una narrativa diaria de que es culpa del pasado y de que no sabemos cuándo, pero las cosas mejoraran.
Quizás esa argumentación es suficiente para los simpatizantes y cronistas de la administración pasada y la expectativa en la actual. Pero los hechos son contundentes, crecimiento del PIB menor al 1% en todo el sexenio. Así como 2 millones de empleos netos formales, para contraste con Peña Nieto fueron 4 millones de empleos netos formales y con Calderón fueron 2.5 millones de empleos formales netos. Podemos tener indicadores macroeconómicos de estabilidad, pero que no se traducen en mejores ingresos per cápita en el PIB y que la inflación promedio de los últimos dos sexenios (Peña Nieto 2.15% y con AMLO fue por el doble de 5.08%) pese a los aumentos salariales no ha sido factor positivo por el efecto inflacionario para las familias en México.
Para que hubiese una tendencia de crecimiento en el ingreso familiar real y no a través de programas asistencialistas sino productividad, necesitamos crear 1 millón de empleos formales netos por año, es decir 6 millones de empleos formales netos por sexenio. Se debe considerar en legislación con relación al fomento y mantener empleo para personas de 40 a 65 años a razón de que la pirámide poblacional se está invirtiendo por el envejecimiento y no podemos seguir con políticas laborales de hace 50 años. Eso permitiría aumentar la base contributiva de pensiones, tener menos gente en la informalidad laboral que hoy son 6 de cada 10 empleos de la población económicamente activa.
En los años por venir debemos aprovechar la cercanía con Estados Unidos y el Nearshoring. La ventaja inigualable de compartir frontera y tener un tratado comercial con ellos el principal consumidor en el mundo y donde ya somos su principal exportador. Sin embargo, el sexenio de AMLO fue el que menos inversión neta recibió desde el tratado firmado con Zedillo, la belicosidad narrativa diaria y proteccionismo nacionalista no han sido elementos que atrajeran inversión, pues la incertidumbre en el estado de derecho ha impacto en especial en el sector energía, agrícola y minero.
Hoy ya la nueva presidenta expone que habrá continuidad en esa visión nacionalista, pero por otra parte se observa que busca por si o por terceros generar comunicación y dialogo con el sector privado para estimular la inversión y el empleo. Los pronósticos del PIB para 2025 y 2026 siguen siendo menores al 2% y aparte una renegociación del TMEC en 2026. Es apena el inicio de esta administración, así que será importante observar el desempeño económico y de seguridad en el último trimestre del año y como se resuelve en especial la problemática compleja con el Poder Judicial y entonces se vea que estilo de negociación e implementación se verá en su sexenio. Tiene todo el poder a su favor en las cámaras, un grupo importante de simpatizantes de AMLO que le apoyan por su formación en la izquierda y si su visión es tener un gobierno más emprendedor para generar y compartir riqueza, los emprendedores formales y las MIPyMES pueden ser un elemento clave en el crecimiento económico y laboral formal de México.
X: @MarioSanFisan
CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel Directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.
Ex Presidente Nacional AMFE
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